Seis expolicías blancos de Mississippi que se hacían llamar el “Escuadrón Matón” se declararon culpables de violar los derechos civiles de dos hombres negros, que fueron sometidos a ataques brutales durante el allanamiento de una vivienda antes que un agente presuntamente le disparara a uno de ellos a la boca, indicaron fiscales federales.

Los cargos se dieron a conocer el jueves cuando los agentes, cinco expolicías de la comisaría del condado Rankin y un exagente de Richland, comparecieron ante un tribunal federal y se declararon culpables.

Los fiscales presentaron cargos luego que una investigación de The Associated Press vinculó a los agentes implicados en el allanamiento con al menos cuatro incidentes violentos con hombres negros desde 2019 que dejaron como saldo dos muertos y un hombre con lesiones permanentes.

Los documentos judiciales muestran que el 24 de enero, los agentes irrumpieron en la casa sin una orden judicial, para luego esposar y usar una pistola paralizante contra los dos hombres, Michael Corey Jenkins y Eddie Terrell Parker.

Los policías agredieron a los dos hombres negros con un objeto sexual, los golpearon y les dispararon reiteradamente con pistolas eléctricas Taser durante unos 90 minutos. El incidente culminó cuando un agente introdujo una pistola en la boca de Jenkins y disparó. La bala le cortó la lengua, le fracturó la mandíbula y salió por el cuello, según los documentos judiciales.

Los agentes no les brindaron atención médica, sino que discutieron una “cobertura falsa para encubrir su mala conducta”, además de plantar y manipular pruebas, según los documentos.

Los policías acudieron a la casa en Braxton porque un vecino blanco se había quejado de que personas de raza negra se estaban quedando con la mujer blanca propietaria de la casa, según documentos judiciales. Los agentes usaron insultos racistas contra los dos hombres durante el allanamiento, según muestran los documentos judiciales.

El Departamento de Justicia inició en febrero una investigación por violación de los derechos civiles de Jenkins y Parker, quienes iniciaron una demanda contra el condado Rankin en junio en que solicitan una indemnización de 400 millones de dólares.