El Senado confirmó el martes al adinerado financiero Howard Lutnick como secretario de Comercio de Estados Unidos, colocando a un firme defensor de las duras políticas comerciales del presidente Donald Trump en el cargo.
En el Departamento de Comercio, Lutnick, quien fue director general de la empresa de inversión Cantor Fitzgerald, supervisará a 50.000 empleados que se encargan de todo, desde la recopilación de estadísticas económicas hasta la realización del censo y la emisión de informes meteorológicos. Sin embargo, es probable que pase mucho tiempo —junto con Jamieson Greer, el nominado de Trump para ser el principal negociador comercial de Estados Unidos— gestionando los agresivos planes del presidente para imponer aranceles sobre las importaciones de los socios comerciales de Estados Unidos, incluidos aliados y adversarios por igual.
La votación del Senado para confirmar a Lutnick fue de 51 a favor y 45 en contra.
Trump considera que los aranceles son una herramienta económica versátil. Pueden generar ingresos para financiar sus recortes de impuestos en otros lugares, proteger las industrias estadounidenses y presionar a otros países para que hagan concesiones en temas como sus propias barreras comerciales, inmigración y tráfico de drogas. La mayoría de los economistas convencionales consideran que los aranceles son contraproducentes, debido a que son pagados por las empresas importadoras en Estados Unidos, que intentan trasladar los costos más altos a los consumidores y, por lo tanto, pueden contribuir a las presiones inflacionarias en toda la economía.