El senador demócrata por California, Alex Padilla, presidente del Subcomité de Inmigración en el Senado, presentó ante esa legislatura el proyecto de Ley de Registro que permitiría otorgar la Green Card a ocho millones de inmigrantes indocumentados.

El proyecto es un “espejo” del presentado por la también demócrata Zoe Lofgren (California-19) en la Cámara de Representantes, donde ya tiene al menos 60 copatrocinadores.

La propuesta es conocida en ambas legislaturas como “Renovación de las Disposiciones de Inmigración a la Ley de Inmigración de 1929”, donde se contempla el llamado “registro”.

Si el plan avanza en ambas Cámaras permitiría a inmigrantes indocumentados elegibles solicitar una Green Card, si es que llevan al menos siete años viviendo en Estados Unidos.

Un gran salto que daría esta reforma es que no requeriría un ajuste adicional, ya que cada año los inmigrantes elegibles que demuestren más de siete años de presencia en el país podrían apegarse al beneficio.

“[La reforma evitaría] la necesidad de una mayor acción del Congreso al hacer que el límite de elegibilidad sea continuo, en lugar de vincularlo a una fecha específica, como lo es ahora”, indica el plan de apenas dos páginas.

Padilla enfatizó que el plan protegería a ‘dreamers’, gente con el Estatus de Protección Temporal (TPS), trabajadores esenciales, personas con visas H-1B que han esperado por años una Green Card.

El demócrata calificó de obsoleto el sistema de inmigración estadounidense, le cual está “perjudicando a innumerables personas”, además de frenar la economía de los Estados Unidos.

“Mi proyecto de ley actualizaría la fecha de corte del Registro por primera vez en más de 35 años para que más inmigrantes puedan solicitar la Residencia Legal Permanente”, dijo. “Esto podría tener un profundo impacto en millones de inmigrantes, algunos de los cuales han estado viviendo, trabajando y contribuyendo a los Estados Unidos durante décadas”.

La propuesta fue acompañada con estimaciones económicas de la organización FWD.us. Se considera que si las personas indocumentadas cubiertas por este proyecto de ley se convirtieran en ciudadanos, contribuirían aproximadamente $83,000 millones a la economía de los EE.UU. anualmente, además de aportar alrededor de $27,000 millones en impuestos.