El expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez fue sentenciado este viernes a 12 años de prisión domiciliaria por la jueza Sandra Heredia, que el lunes lo había condenado como culpable de fraude procesal y soborno de testigos, de acuerdo con medios locales. El caso contra Uribe ha sido el primero en contra de un exmandatario colombiano en la historia de ese país.
Uribe ya ha estado bajo prisión domiciliaria desde 2020 como resultado de la investigación, y ahora se le añadirían los años de condena. La sentencia señala que también deberá pagar una multa de 2,420 salarios mínimos legales vigentes (unos $3 millones de dólares, aproximadamente) y le prohíbe ejercer o postularse a cargos públicos hacia los siguientes ocho años como parte de la sentencia.
Quien fue presidente entre 2002 y 2010 sigue siendo una figura importante en la política colombiana, pues encabeza el partido Centro Democrático, que es la principal fuerza opositora al actual presidente izquierdista Gustavo Petro.
Uribe todavía puede apelar o recurrir la sentencia, lo que ha dicho que hará ante el Tribunal Superior de Bogotá. Uribe, de 73 años, siempre ha alegado que las acusaciones son solo una supuesta persecución política.
La investigación contra el exmandatario se trató de denuncias sobre que sobornó o manipuló a testigos que lo acusaban de tener vínculos con fuerzas paramilitares en el país, lo que según la fiscalía impidió el curso de la justicia.