El fiscal general de Texas, Ken Paxton, demandó al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de la administración Biden, al secretario del DHS, Alejandro Mayorkas, y a varias otras agencias y funcionarios por la práctica del gobierno federal de cortar y destruir el alambre de púas de Texas que estaba estratégicamente colocado para ese propósito.
Según Paxton, los agentes federales han desarrollado e implementado una práctica de destruir el alambre concertina de Texas para alentar, inducir y ayudar a miles de extranjeros a cruzar ilegalmente el Río Grande y entrar a Texas.
“En algunos casos, los agentes federales intentaron facilitar la capacidad de los extranjeros de trepar ilegalmente por la orilla del río hacia Texas atando cuerdas o cables a la parte trasera de las camionetas. Los agentes federales regularmente cortan nuevas aberturas en la cerca de alambre, a veces inmediatamente después de que los oficiales de Texas hayan colocado alambre nuevo para tapar los espacios en las barreras de la cerca”, mencionó en un comunicado.
El fiscal aseguró que los agentes de la Patrulla Fronteriza “regularmente” cortan la cerca de alambre y a veces “inmediatamente” después de que trabajadores de Texas han colocado alambre nuevo para cubrir los huecos existentes.
Paxton sostuvo que Texas “tiene el derecho soberano de construir barreras fronterizas para impedir la entrada de extranjeros ilegales”.
Con la querella Paxton ha pedido al Tribunal Federal del Distrito Oeste de Texas que prohíba a las autoridades federales “continuar destruyendo y dañando propiedad privada”.
El alambre de púas colocado a lo largo del río Grande (río Bravo en México) por Texas ha sido criticado por defensores de los derechos humanos, quienes advierten que estas barreras ponen en peligro a los migrantes.