El gobernador de Texas, Greg Abbott, promulgó el martes una reforma electoral que añade más restricciones al voto en el estado, después de que los demócratas pasaran meses protestando por lo que dicen son intentos de debilitar la participación de las minorías del país y preservar el erosionado dominio de los republicanos.
Abbott firmó los cambios durante una ceremonia en la ciudad de Tyler, al este de Texas, donde el condado circundante se decantó por el expresidente Donald Trump por un margen de más de 2 a 1 el año pasado. Sin embargo, el resultado fue mucho más ajustado en Texas en general, ya que Trump ganó el estado por 5 puntos y medio, el margen más estrecho de victoria de un candidato presidencial del Partido Republicano aquí en décadas.
La firma del proyecto de ley volvió a dejar de manifiesto el brusco giro a la derecha que han dado los republicanos de Texas este año, incluyendo una nueva ley estatal que entró en vigor la semana pasada y que prohíbe la mayoría de los abortos.
La nueva redacción de las leyes electorales de Texas ya es objeto de al menos tres demandas federales —incluida una presentada el martes— y todas sostienen que los cambios tendrán un impacto desproporcionado en las minorías del país. Abbott y otros republicanos dicen que la ley amplía el acceso al voto al aumentar el número mínimo de horas de votación anticipada, pero la ley también pone nuevas restricciones a la votación nocturna.
“Me siento extremadamente confiado en que cuando esta ley pase la fase de litigio, se mantendrá”, dijo Abbott. “Porque exactamente lo que hemos dicho, facilita que la gente pueda ir a votar. A nadie que sea elegible para votar se le negará la oportunidad de votar”.
Texas es uno de al menos 18 estados que han promulgado nuevas restricciones al voto desde las elecciones de 2020, según el Centro Brennan para la Justicia.