Alrededor de 100 inmigrantes indocumentados que son solicitantes de asilo llegaron en autobuses a la ciudad de Nueva York el miércoles, en un traslado ordenado por el gobernador de Texas, Greg Abbott, que ha reanudado esta semana el envío de inmigrantes en autobuses a ciudades santuario como Nueva York y Chicago, cuando se acerca el fin del Título 42, la norma de salud pública por la pandemia de Covid, que permitió expulsar a más de 2 millones de inmigrantes en la frontera.
Los líderes de la ciudad ahora están lidiando con la forma de encontrar los recursos adecuados para ayudar a estas personas que, según CBS News, estaban exhaustos y deshidratados y algunos estaban confundidos. Una mujer estaba embarazada y otras venían con niños pequeños, después de un agotador viaje en autobuses que demoró dos días.
El primer autobús llegó a la Autoridad de Puertos de la ciudad de Nueva York a las 6:30 de la mañana, hora local, con 41 inmigrantes latinos, muchos de ellos familias con niños.
El segundo arribó a la 1:30 de la tarde, esta vez con 50 personas, todos latinoamericanos, de los que 27 eran adultos y 23 niños. De inmediato se les brindó en la misma instalación portuaria comida, orientación migratoria y otros servicios.
Funcionarios de Nueva York critican a Abbott y al gobierno de Biden
El comisionado de Asuntos del Inmigrante de la Alcaldía, Manuel Castro, que recibió a los inmigrantes y estrechó sus manos, arremetió nuevamente con duras críticas contra Abbott por enviar autobuses sin ninguna coordinación con la ciudad.
También criticó al gobierno federal porque cuando hace casi un año desde el primer arribo de autobuses con inmigrantes a Nueva York, ha hecho poco para apoyar a la ciudad con la crisis humanitaria declarada por la llegada de más de 50,000 inmigrantes desde mayo del 2022.
“Estamos decepcionados con el Gobierno federal porque no ha intervenido en la frontera para prevenir que el gobernador Abbott se aproveche de los inmigrantes, que sólo quieren apoyo”, afirmó Castro.
Sostuvo que el envío de inmigrantes a ciudades demócratas como Nueva York o Chicago “está creando caos” y agregó que “la culpa tiene que ser compartida con el Gobierno federal que aún no ha ayudado a Nueva York adecuadamente”, y precisó que Nueva York solo ha recibido 8 millones de dólares.
“Hoy pedimos al presidente Biden, al gobierno federal que actúen ahora. No podemos esperar más”, afirmó Castro.
Nueva York ha recibido más de 57,000 inmigrantes y más de 34,000 están en albergues públicos y 120 hoteles que la ciudad ha tenido que contratar. Los inmigrantes han continuado llegando por su cuenta a la ciudad en autobuses o por aire, unos1.400 por semana según Adams.
Castro afirmó que la infraestructura de acogida de la ciudad “está al máximo” con más de 120 hoteles convertidos en albergues donde “ya no hay espacio” y recordó que pronto comienza la temporada de turismo, lo que significa “menos espacio para albergar tanta gente”.
“Esta es una crisis doble: la que están sufriendo los que están llegando y también en la ciudad porque nuestra infraestructura no da para más”, argumentó.
“Esperamos que el gobierno federal tome consciencia y no lleguemos al punto en que las familias (inmigrantes) y otros queden en las calles sin albergue”, reiteró.