Una fuerte tormenta en el fin de semana navideño cubrió de nieve las montañas y provocó el cierre de carreteras importantes en el norte de California y Nevada, mientras los meteorólogos advirtieron que viajar por la Sierra Nevada podría ser difícil durante varios días.
Las autoridades cercanas a Reno dijeron que tres personas resultaron heridas en una colisión múltiple de 20 vehículos en la Interestatal 395 y los conductores describieron que había el domingo visibilidad limitada. Más al oeste, un tramo de 112 kilómetros (70 millas) de la Interestatal 80 fue cerrada hasta por lo menos el lunes desde Colfax, California, a lo largo de la región de Lake Tahoe, hasta la frontera del estado de Nevada.
El Departamento de Transporte de California también cerró otras rutas de montaña al tiempo que advirtió sobre condiciones resbaladizas para los conductores.
“Se esperan grandes retrasos en los viajes en todas las carreteras”, dijo en Twitter la oficina del Servicio Meteorológico Nacional en Reno, Nevada. “Hoy es el tipo de día para quedarse en casa, si es posible. ¡Y viene más nieve!”.
El servicio meteorológico emitió una advertencia de tormenta invernal para el área metropolitana de Lake Tahoe hasta la 1 a.m. del martes debido a posibles “condiciones de blanqueamiento generalizado” y ráfagas de viento que podrían superar los 72 kilómetros por hora (45 millas).
El clima turbulento abarcaba desde San Diego hasta Seattle. Más de 30 centímetros (un pie) de nieve cayeron cerca de Port Angeles, en el estrecho de Puget, en el estado de Washington. Portland, Oregon, fue afectado por una delgada capa de nieve aunque se esperan 6 centímetros (2,5 pulgadas) adicionales para el lunes en la mañana, según el servicio meteorológico.
En California, los desprendimientos de rocas debido a la fuerte lluvia causaron el cierre de más de 64 kilómetros (40 millas) de la Carretera 1 que transcurre por la región de Big Sur al sur de la zona de la bahía de San Francisco. No hubo proyecciones de cuándo sería reabierta ese trayecto escénico cerrado con frecuencia debido a las lluvias.
La más reciente tormenta de varias que han azotado el sur de California con aguaceros y viento inundó calles y derribó líneas eléctricas el sábado por la noche. Poderosas ráfagas tumbaron árboles, dañaron cocheras y volaron un cobertizo de pista y campo de una escuela secundaria de Goleta, según el Departamento de Bomberos del Condado de Santa Bárbara. No se reportaron heridos.
Más de 4,5 centímetros (1,8 pulgadas) de lluvia cayeron durante 24 horas en el paso de San Marcos del condado de Santa Bárbara, mientras que Rocky Butte en el condado de San Luis Obispo registró 4 cm (1,61 pulgadas), dijo el servicio meteorológico.
El Aeropuerto Internacional de Los Ángeles informó que la Terminal 5 fue parcialmente cerrada debido a un “problema eléctrico relacionado con la tormenta”, lo que obligó a los pasajeros a desviarse a otras terminales para ciertos servicios.
“Las cancelaciones y retrasos son posibles, por lo que será importante verificar el estado de su vuelo hoy si vuela desde la Terminal 5”, tuiteó el aeropuerto.
En las montañas de San Bernardino, al este de Los Ángeles, diversas cuadrillas reparaban una sección de la Ruta Estatal 18 que se deslavó en una colina después de un aguacero en la noche del jueves. El cierre de esa importante ruta que lleva a la zona de esquí de Big Bear podría durar semanas, según las autoridades.
Las continuas tormentas fueron acogidas en California, afectada por la sequía y donde ha la capa de nieve en la Sierra estaba en niveles muy peligrosos tras semanas de ausencia de lluvia. Sin embargo, el Departamento de Recursos Hidráulicos del estado informó en Nochebuena que el manto de nieve estaba entre 114% y 137% de su nivel normal en la sierra y se prevé la caída de más nieve.
Hasta 2,4 metros (8 pies) de nieve caerán en las partes más altas de la Sierra, según los pronósticos.