Un coche-bomba estalló el jueves de madrugada frente a una comisaría en la localidad de Acámbaro en el centro-oeste de México e hirió a tres policías, informó la fiscalía del estado de Guanajuato.
De forma casi simultánea hubo otra explosión en el municipio cercano de Jerécuaro, esa vez sin que nadie resultara lesionado. Las autoridades no han aclarado si se trataba de un segundo coche-bomba pero en el lugar había una patrulla incendiada, el tejado de un edificio estaba destruido y las fachadas de varias tiendas cercanas ennegrecidas.
Los atentados en dos localidades distintas y con media hora de diferencia sugieren la implicación de los cárteles de la droga, que llevan años librando sangrientas batallas territoriales en Guanajuato.
Provocaron, además, un despliegue de fuerzas de seguridad estatales y militares por tierra y aire, indicó la gobernadora Libia Dennise García, del opositor Partido de Acción Nacional, en sus redes sociales.
A pesar de la violencia, la presidenta Claudia Sheinbaum se comprometió a mantener el enfoque de su predecesor de no confrontar directamente con las organizaciones criminales.