La Corte Suprema declara que los tribunales federales no pueden cuestionar la denegación de visados a los cónyuges de ciudadanos estadounidenses, aunque ello signifique que la pareja no pueda vivir junta en Estados Unidos.
El fallo de 6-3 de la jueza Amy Coney Barrett señala que los cónyuges ciudadanos estadounidenses no tienen su propio interés de libertad en que su cónyuge sea admitido en el país.
En este sentido la decisión representa un duro réves para Sandra Muñoz, quien demandó al Departamento de Estado después de que a su esposo Luis Asencio-Cordero, ciudadano de El Salvador, se le negó una solicitud de visa.
El caso es Departamento de Estado contra Muñoz, Estados Unidos, No. 23-334.
La mujer en cuestión aseguraba que sus derechos constitucionales habían sido violados luego de que el gobierno federal le negó la visa a su pareja presuntamente porque consideraban que los tatuajes que mostraba en su cuerpo estaban relacionados con pandillas.
Desde que le negaron la visa durante una entrevista consular en El Salvador, Asencio-Cordero lleva nueve años sin poder ingresar a Estados Unidos y eso le impide estar al lado de su esposa, quien es abogada de derechos civiles de Los Ángeles.
Aunque a lo largo de los años el ciudadano salvadoreño ha presentado nuevas solicitudes con el objetivo de obtener una visa, descartando ser miembro o estar relacionado con en la pandilla conocida como MS-13, sus demandas han sido rechazadas.
Por su parte, Sandra Muñoz ha continuado su batalla legal bajo el argumento de que el gobierno violó sus derechos al matrimonio y al debido proceso, esto en virtud de que no recibió una explicación en tiempo y forma donde se estipulara el motivo por el cual se le había rechazado la visa a su esposo.
Hasta el momento en que interpuso una demanda, la abogada se enteró de que a su marido lo señalaban como posible pandillero debido a sus tatuajes.
Hace ya casi dos años, la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito falló a su favor, pero su situación no ha variado.
Ahora, después de conocerse la decisión de la Suprema Corte, se desconoce si en algún momento podrá resolverse el problema de esta pareja separada por las leyes migratorias.