Donald Trump anunció el lunes que prohibirá el uso de pajitas de papel en todo Estados Unidos, alegando que “no funcionan” y no duran mucho. En su lugar, quiere que el gobierno se pase exclusivamente al plástico.
“Es una situación ridícula. Vamos a volver a las pajitas de plástico”, dijo el presidente al firmar una orden ejecutiva para revertir las políticas federales de compras que fomentan el uso de las de papel y restringen las de plástico. La iniciativa ordena a las agencias federales que dejen de comprar pajillas de papel “y se aseguren de que ya no se proporcionen” en sus edificios.
La medida de Trump —que lleva tiempo criticando las pajitas de papel — apunta a una política de su predecesor, Joe Biden, para eliminar gradualmente la compra federal de plásticos de un solo uso, incluyendo las pajillas, en los servicios de restauración eventos y empaques para 2027, y de todos los servicios federales para 2035.
Trump declaró que la política de Biden está ”¡MUERTA!” en una publicación en redes sociales durante el fin de semana.
Aunque se ha culpado a las pajitas de plástico de contaminar los océanos y dañar la vida marina, Trump dijo el lunes que piensa que “está bien” continuar usándolas. “No creo que el plástico vaya a afectar mucho a los tiburones mientras comen, mientras se abren camino a mordiscos por el océano”, afirmó en un anuncio en la Casa Blanca.
Varios estados y ciudades de Estados Unidos han prohibido las pajillas de plástico, y algunos restaurantes ya no las dan automáticamente a los clientes. Pero esto es apenas una pequeña parte del problema: el medio ambiente está lleno de recipientes de plástico de un solo uso para alimentos y bebidas —botellas de agua, envases de comida para llevar, tapas de vasos de café, bolsas de la compra y más.
En todo el mundo, cada minuto se vierte al océano el equivalente a un camión de basura de plástico procedente de diversas fuentes, incluyendo bolsas de plástico, cepillos de dientes, botellas, empaques de alimentos y más, según los expertos. A medida que esos materiales se descomponen, los microplásticos aparecen en los estómagos de peces, aves y otros animales, así como en la sangre y los tejidos humanos.
Y la fabricación de plástico libera gases de efecto invernadero que calientan el planeta, y otros contaminantes peligrosos. Más del 90% de los productos de plástico derivan de combustibles fósiles como el petróleo y el gas natural, y millones de toneladas de desechos plásticos se vierten a los océanos cada año.