El presidente electo Donald Trump ya está considerando ubicaciones y compañías penitenciarias privadas para expandir drásticamente los centros de detención de inmigrantes que los albergarían antes de que sean deportados, como parte del plan de deportaciones masivas prometido durante su campaña para las elecciones de 2024.

La cadena CNN, que cita varias fuentes no identificadas con conocimiento de esos planes, informó que una de las opciones es ampliar las llamadas prisiones de condado, pero asegura que funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional ya tienen identificadas varias ciudades donde se localizarían los nuevos centros de detención de inmigrantes, presumiblemente cerca de la frontera con México.

El plan también incluiría reiniciar la política de detención de padres con sus hijos, conocida como detención familiar, que los defensores de la inmigración han criticado y que la administración Biden detuvo en 2021, dijeron las fuentes.

Otras acciones ejecutivas y revisiones en curso, según dos fuentes informadas sobre las discusiones sobre la política de transición, incluyen:

  • el regreso del programa conocido informalmente como “permanecer en México”, que requiere que los migrantes permanezcan en México durante sus procedimientos migratorios en Estados Unidos
  • la revisión de las restricciones de asilo
  • la revocación de las protecciones para los migrantes cubiertos por los programas de libertad condicional humanitaria de Biden
  • deshacer las prioridades de aplicación de la ley del ICE,

Para que las expulsiones puedan llevarse a cabo, Trump necesitará hacer obligatorias las detenciones locales de indocumentados, quienes con frecuencia son liberados por falta de recursos federales para mantenerlos. Para ello estaría contemplando emitir una orden ejecutiva.

La financiación de todo el plan de detención y expulsión se presenta ahora como el principal escollo, y CNN asegura que los asesores de Trump exploran dos vías: una, redistribuir fondos de otras agencias federales, y dos, declarar una “emergencia nacional” para conseguir fondos del Pentágono, algo que Trump ya hizo en su primer mandato.

Hasta ahora, ningún miembro del equipo de Trump ha hablado abiertamente de estos planes, y la portavoz del equipo de transición, que será desde enero portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, se limitó a recordar a CNN que Trump fue elegido con “el mandato de cumplir sus promesas en la campaña. Y las cumplirá”.

En su primera presidencia (2016-2020), Trump deportó a 1.5 millones de inmigrantes, una cifra mucho más pequeña que los 2.9 millones deportados en el primer cuatrienio de Obama, y menor también a los 1.9 millones deportados durante el segundo mandato de Obama, recuerda la cadena.

Además hay planes para comprar grandes cantidades de camas o jergones para uso de los inmigrantes durante el proceso de expulsión.