El presidente estadounidense, Donald Trump, sumó este jueves otra victoria judicial, esta vez desde el poder, al liberarse de una multa de unos 500 millones de dólares por fraude civil que en 2024 amenazó con hacer tambalear sus ingresos y, por ende, su imperio empresarial.
Esa multa de 454 millones de dólares más intereses, que una corte de apelación consideró hoy “excesiva” y anticonstitucional, fue el broche final del caso civil por fraude en la Organización Trump, presidido por el juez Arthur Engoron e impulsado por la fiscal estatal de Nueva York, Letitia James.
El proceso comenzó en 2023 con un sorprendente giro, ya que el juez Engoron declaró responsables de fraude a Trump de manera sumaria antes de empezar el juicio, en el que se dirimieron cargos menores; en 2024 ordenó la astronómica multa y puso un límite a sus negocios en Nueva York durante tres años.
La fiscal James anunció tras la noticia que recurrirá la decisión de hoy en apelación, y que esta no invalida la sentencia: que “Trump, su empresa y sus dos hijos son responsables de fraude”, y además mantiene las medidas cautelares que limitan su capacidad de “hacer negocios en Nueva York”.
El panel de jueces de apelación coincidió en anular la multa, pero se mostró dividido en su opinión de más de 300 páginas sobre el proceso y la sentencia, y un juez en concreto, David Friedman, se alineó con Trump al considerar que la meta era acabar con la “carrera política” del magnate y con su negocio inmobiliario.
Pese a todo, Trump celebró hoy la que llamó una nueva “victoria” en el plano judicial y aprovechó para acusar de nuevo a James, demócrata y una de sus mayores opositoras, de lanzar contra él una “caza de brujas política”, sabedor de que el Departamento de Justicia a su mando está por su parte investigando a James, como ha hecho con otros de sus enemigos.
Mientras, la antigua abogada de Trump en este caso por fraude, Alina Habba, que ahora es la fiscal en funciones de Nueva Jersey -un “ascenso” similar al de otros letrados del presidente-, dijo en X que “Trump ha ganado” y que el proceso estuvo “políticamente motivado, sin base legal y estruendosamente excesivo”.