Los ucranianos recibieron con agrado la promesa del presidente Donald Trump de más armas fabricadas en Estados Unidos en su lucha contra la invasión de Rusia, aunque no está claro qué recibirán exactamente y con qué rapidez.
El marco temporal para futuras entregas de armas que los países europeos han acordado pagar es crucial.
Rusia ha emprendido una campaña de verano para abrirse paso en varios tramos de los 1.000 kilómetros (620 millas) del frente, y sus drones y misiles golpean las ciudades ucranianas más que en cualquier otro momento en los últimos tres años.
Los funcionarios ucranianos no han hecho comentarios directos sobre la decisión de Trump de dar a Rusia 50 días para llegar a un acuerdo para poner fin a la guerra, o enfrentar lo que describió como sanciones económicas “muy severas”. Aunque algunos creen que los aranceles estrictos sobre Moscú podrían ser un factor decisivo, el aplazamiento hasta septiembre a otros les pareció demasiado largo.
Para Rusia, el retraso de Trump en las nuevas sanciones es un respiro.
“Oh, cuánto puede cambiar tanto en el campo de batalla como con el estado de ánimo de quienes lideran a Estados Unidos y la OTAN en 50 días”, comentó el legislador ruso Konstantin Kosachev.