La Unión Europea y el Reino Unido aumentaron el viernes la presión sobre Rusia por su guerra en Ucrania, apuntando al sector energético de Moscú, la flota fantasma de petroleros envejecidos y el servicio de inteligencia militar con nuevas sanciones.

“El mensaje es claro: Europa no retrocederá en su apoyo a Ucrania. La UE seguirá aumentando la presión hasta que Rusia termine su guerra”, afirmó la jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, después de que el bloque acordara sus nuevas medidas, incluyendo un nuevo recorte del precio máximo del petróleo.

Según Kallas, es “uno de sus paquetes de sanciones más fuertes contra Rusia hasta la fecha” en relación con el conflicto armado, que está en su cuarto año. Además, llega en un momento en que las naciones europeas comienzan a comprar armas estadounidenses para Ucrania para contribuir a su defensa.

El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, celebró las nuevas medidas, que describió como un paso “oportuno y necesario” en plena intensificación de los ataques rusos.

“Debe bloquearse toda la infraestructura de guerra de Rusia”, declaró Zelenskyy, y añadió que Kiev sincronizará sus sanciones con la UE e introducirá sus propias medidas adicionales pronto