Un poderoso terremoto de magnitud 7,3 golpeó justo frente a la costa de Vanuatu el martes y causó una destrucción generalizada en la nación insular del sur del Pacífico. Personas heridas llegaban a un hospital y surgían reportes no confirmados de víctimas.
Una alerta de tsunami fue cancelada menos de dos horas después del sismo. Con las comunicaciones aún interrumpidas horas después del temblor y escasa información oficial, comenzaron a surgir relatos de testigos sobre víctimas en redes sociales y a través de llamadas telefónicas esporádicas.
El terremoto ocurrió a una profundidad de 57 kilómetros (35 millas) y tuvo su epicentro a 30 kilómetros (18 millas) al oeste de Port Vila, la ciudad más grande de Vanuatu, un grupo de 80 islas donde viven unas 330.000 personas. El temblor se vio seguido por una réplica de magnitud 5,5 cerca de la misma ubicación y las sacudidas continuaron durante la tarde y la noche local.
En un primer momento no estaba claro cuánto daño había causado, ya que las líneas telefónicas y los sitios web del gobierno seguían fuera de servicio. En la primera información oficial publicada en redes sociales horas después del sismo, el Departamento de Riesgos Geológicos indicó que sus sistemas de monitoreo estaban fuera de servicio debido a cortes de energía.