La Fuerza Naval de EE.UU. informó en un comunicado este martes que el buque había entrado en la zona del Comando Sur, que abarca América Latina y el Caribe, tres semanas después de que se ordenara su despliegue en el área.

Estados Unidos ha desplegado en el Caribe su mayor acumulación militar en décadas y ha llevado a cabo una serie de ataques contra embarcaciones presuntamente dedicadas al narcotráfico en el Caribe y el Pacífico Oriental

Han sido al menos 19 ataques que han provocado la muerte de al menos 75 personas en aguas internacionales.

El USS Gerald R. Ford se suma a otros buques de guerra, un submarino nuclear y cazas F-35 que han estado operando en la zona en las últimas semanas.

Washington no ha proporcionado pruebas del presunto uso ilícito de esas embarcaciones ni detalles sobre las personas a bordo, y muchos observadores creen que el uso de la fuerza militar es también un intento de presionar al presidente venezolano, Nicolás Maduro, al que el gobierno estadounidense acusa de ser el jefe de una organización de narcotráfico, para tratar de derrocarlo.

Maduro niega las acusaciones y ha dicho que Estados Unidos “está fabricando una guerra” contra Venezuela.

Venezuela y Colombia han advertido que el despliegue militar podría desencadenar un conflicto a gran escala, y ha aumentado la especulación sobre si EE.UU. llevará a cabo ataques directos en suelo venezolano.

El gobierno venezolano anunció el martes un despliegue militar a nivel nacional para contrarrestar la presencia naval estadounidense frente a sus costas.

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, informó que se había ordenado “la puesta en completo apresto operacional” de todos los recursos militares del país, y el despliegue masivo “de los medios terrestres, aéreos, navales, fluviales y misilísticos; sistemas de armas; unidades militares; Milicia Bolivariana; Organos de Seguridad Ciudadana y los Comandos de Defensa Integral”.