Al menos 10 personas murieron y más de 30 resultaron heridas cuando un vehículo arrolló a una multitud en Bourbon Street, en el Barrio Francés de Nueva Orleans, y luego abrió fuego durante las celebraciones de Año Nuevo a primera hora del miércoles, en lo que el FBI investiga como un acto de terrorismo.
Agentes de la Policía confirmaron la muerte del sospechoso durante un intercambio de disparos pero no abundaron en detalles mientras continúan la investigación del incidente.
“Sabemos que el autor del crimen ha sido asesinado”, dijo el concejal de la ciudad de Nueva Orleans, Oliver Thomas. “Mientras buscamos un motivo, recordemos que no hay forma de encontrarle sentido al mal”.
El presidente de EEUU, Joe Biden, fue informado de la situación. “He ordenado a mi equipo que se asegure que todos los recursos estén disponibles mientras las fuerzas del orden trabajan para investigar el accidente”, dijo Biden en un comunicado.
El mandatario, que entregará el poder al presidente electo Donald Trump el próximo 20 de enero, elogió “la valiente y rápida respuesta de las fuerzas del orden locales para evitar aún más muertes y lesiones. (…) Mi corazón está con las víctimas y sus familias que simplemente estaban tratando de celebrar la festividad. No hay justificación para ningún tipo de violencia y no toleraremos ningún ataque a ninguna de las comunidades de nuestra nación”.
”Nuestros corazones están con todas las víctimas inocentes y sus seres queridos, incluidos los valientes oficiales del Departamento de Policía de Nueva Orleans. ¡La administración Trump apoyará plenamente a la ciudad de Nueva Orleans mientras investigan y se recuperan de este acto de pura maldad!”, advirtió por su parte Trump en una publicación en su red Truth Social.
No hubo información inmediata sobre la identidad del conductor.
“Este hombre estaba tratando de atropellar a la mayor cantidad de personas que pudiera”, dijo la jefa de policía Anne Kirkpatrick sobre el sospechoso en una conferencia de prensa televisada el miércoles. “Estaba decidido a crear la carnicería y el daño que causó”.
El ataque ocurrió alrededor de las 3:15 a.m. del miércoles en la famosa intersección Canal y Bourbon Street, conocida mundialmente como uno de los mayores destinos para las fiestas de Nochevieja, y con multitudes en la ciudad creciendo en anticipación del partido de playoffs de fútbol americano universitario Sugar Bowl en el cercano Superdome, más tarde ese día.
El estadio estaba cerrado el miércoles por la mañana, pero se esperaba que el partido se llevara a cabo según lo programado.
Horas después del ataque, tres furgonetas de la oficina forense estaban estacionadas en la esquina de las calles Bourbon y Canal, acordonadas con cinta policial y con multitudes de turistas aturdidos esperando alrededor.