Las promesas de un cambio político, el reencuentro familiar y un futuro próspero marcan los primeros días de la fugaz campaña presidencial en Venezuela, tanto de la oposición, liderada por la figura “maternal” de María Corina Machado, sin ser candidata, como del mismo gobierno y su postulante a la reelección, Nicolás Maduro, según expertos.
El candidato de la opositora Plataforma Unitaria, Edmundo González Urrutia, y Maduro, por el Partido Socialista Unido de Venezuela y sus aliados de la izquierda, polarizan las opciones de la elección del 28 de julio, que los actores políticos locales y de la comunidad internacional esperan que ayude a zanjar la prolongada crisis política del país sudamericano.
El jueves 4 de julio se inició oficialmente la campaña electoral en una carrera donde la oposición, por primera vez en los últimos 25 años, parte como favorita.
En un contexto de descontento con el oficialismo, que podría interrumpir un cuarto de siglo de gobierno del chavismo, el presidente Maduro arranca su campaña “sin un concepto claro de su estrategia” y con algunas contradicciones, de acuerdo con el politólogo Jesús Castellanos.
El especialista en asuntos electorales destaca que el chavismo lanzó dos videos con mensajes diferentes: uno, donde se hace alusión al expresidente Hugo Chávez, para “reconquistar parte del voto chavista”; y otro, sin él, apelando a la “esperanza” y proyectando a Maduro como una “opción fresca”.
Maduro ha intentado imitar a María Corina Machado en sus actos de calle, mostrándose “afable, cercano, amigable”, diagnostica Castellanos, aunque recuerda que se le vio luego “discriminando” a González por su edad, llamándolo “viejo decrépito”.