“Venezuela volverá a respirar. Abriremos las puertas de las cárceles y veremos salir el sol para miles de inocentes que fueron encarcelados injustamente…”.
La líder opositora venezolana María Corina Machado no pudo asistir este miércoles a Oslo para recibir el Premio Nobel de la Paz.
Sin embargo, sus palabras resonaron en la voz de su hija, Ana Corina Sosa Machado, quien leyó un discurso en su nombre.
Semanas antes se especuló que Machado, en la clandestinidad tras los comicios del pasado año, viajaría a Noruega. Más tarde se dijo que estaba en camino, aunque solo participará de una cena posterior a la entrega del premio.
“Desafortunadamente no se encuentra en Noruega y no estará en el escenario en el ayuntamiento de Oslo a la 1 p.m. cuando se inicie la ceremonia”, declaró a la emisora NRK Kristian Berg Harpkiven, director del instituto y secretario permanente del comité.
El Nobel anunció en octubre que Machado recibiría el galardón por su “incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha por lograr una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia”.
A Machado no se le ve en público desde el 9 de enero, cuando encabezó una manifestación en Caracas contra la juramentación de Nicolás Maduro para un tercer mandato como presidente de Venezuela.
La entrega del galardón ocurre en un momento de tensión en el Caribe, cuando el gobierno estadounidense de Donald Trump ordenó el despliegue de fuerzas militares para combatir el narcotráfico.
No obstante, analistas sostienen que la administración del republicano, que declaró a Maduro como líder de una organización terrorista, lo que realmente busca es un cambio de gobierno en la nación sudamericana.
Maduro, por su parte, se aferra al poder, mientras hace llamados a la paz y acusa a la oposición de fomentar el intervencionismo.
La palabra libertad
Si una palabra dominó el discurso de Machado fue “libertad”.
“Desde el principio creímos en algo tan simple como inmenso: que todos los seres humanos nacen para ser libres. Esa convicción se convirtió en el alma de nuestra nación”, sostuvo.
También destacó el papel de Venezuela como refugio para quienes escapaban de la represión de las dictaduras de derecha en América Latina, la guerra civil española y familias que huían de conflictos en Siria, Líbano y Colombia.
Machado opinó que esas libertades se fueron perdiendo desde la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999.
Y recordó la importancia de luchar por la democracia.
“Este premio tiene un significado profundo: le recuerda al mundo que la democracia es esencial para la paz. Y lo más importante, el principal aprendizaje que los venezolanos podemos compartir con el mundo es la lección forjada a través de este largo y difícil camino: si queremos tener democracia, debemos estar dispuestos a luchar por la libertad”, mencionó Machado.
Bajo Chávez y luego bajo Nicolás Maduro, tras la muerte del primero en 2013, Venezuela “la economía colapsó”, continuó.
























