El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, llegó el lunes a Arabia Saudita, en vísperas de un encuentro clave entre las delegaciones de su país y Estados Unidos sobre futuras negociaciones para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania.
“Aterrizamos en Yedá”, indicó un miembro del equipo ucraniano, un día antes de la reunión prevista entre representantes de Kiev y Washington, la primera desde la desastrosa visita de Zelenski a la Casa Blanca a finales de febrero, en la que se produjo una tensa disputa.
Ucrania presentará “una propuesta para una tregua en el aire y una tregua en el mar, porque estas son las opciones de alto al fuego que son fáciles de implementar y supervisar”, indicó un funcionario ucraniano de alto rango a AFP.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Marco Rubio, consideró que la propuesta ucraniana era prometedora.
“No digo que sea suficiente, pero es el tipo de concesión que se necesita para poner fin al conflicto”, declaró a la prensa poco antes de llegar a Yedá.
Tras la reunión de Zelenski con el presidente estadounidense, Donald Trump, Washington suspendió su ayuda militar y dejó de compartir información de los servicios de inteligencia.
Kiev, por su parte ha intentado reparar lazos con Trump. El mandatario ucraniano, que también se reunirá con el príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, recalcó que Ucrania busca “la paz desde el primer segundo de la guerra”. “Siempre hemos dicho que la única razón por la que la guerra continúa es Rusia”, añadió en Telegram.
Las conversaciones tendrán lugar en Yedá, a orillas del mar rojo, donde las banderas ucranianas ondeaban este lunes en las principales calles.
Según el emisario estadounidense para Oriente Medio, Steve Witkoff, en el encuentro se debería “definir un marco para un acuerdo de paz y un alto al fuego inicial” entre Rusia y Ucrania, tras más de tres años de conflicto.
– “Ventaja” para Rusia –
Según la revista británica The Economist, Ucrania probablemente advierta que no aceptará ningún acuerdo que limite su capacidad de rearmarse, le obligue a reconocer los territorios ocupados por Moscú como parte de Rusia o que interfiera en la política interna ucraniana.
Por su parte, el gobierno británico organizará el sábado una reunión virtual con países dispuestos a apoyar una tregua en Ucrania, anunció Downing Street.
Las relaciones entre Washington y Kiev cambiaron profundamente desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en enero.
Una transformación que coincide con un momento delicado para Kiev en el frente. El pasado fin de semana, Rusia reivindicó importantes avances en su región de Kursk, ocupada parcialmente por los ucranianos, y también progresos en la región ucraniana de Sumy, por primera vez desde 2022.
El jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, Oleksandr Sirski, anunció el lunes que Kiev va a “reforzar” el contingente militar que lucha en Kursk.
Para el alto funcionario ucraniano que habló con AFP, si Estados Unidos continúa sin compartir con Kiev la información de inteligencia, Rusia conseguiría una “ventaja significativa” en el campo de batalla.
A finales de febrero, después de que Trump acusara a Zelenski de ser un “dictador”, de ser un desagradecido y de no querer la paz, ambos protagonizaron un tenso altercado en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Ese día, debían firmar un acuerdo para que Estados Unidos accediera a los recursos minerales de Ucrania, pero este no se llegó a rubricar.
– “Muchos avances” –
Con todo, la tensión se rebajó en los últimos días: Zelenski consideró que el incidente fue “lamentable” y Trump, que su par ucraniano está dispuesto a negociar, llegando incluso a amenazar a Moscú con nuevas sanciones.
El domingo, el presidente estadounidense dijo a la prensa que habrá “muchos avances a partir de esta semana”.
El martes, Ucrania estará representada por el jefe de la administración presidencial, Andrii Yermak; el canciller, Andrii Sybiga; el ministro de Defensa, Rustem Umerov y el adjunto al jefe del gabinete del presidente, Pavlo Palissa.
Estados Unidos, en tanto, envió a altos responsables que se reunieron con una delegación rusa en febrero, incluido el secretario de Estado, Marco Rubio; y el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz.