Rusia acusó el lunes a Occidente de “provocar tensiones” en torno a Ucrania y dijo que Estados Unidos colocó en el poder a “nazis puros” en Kiev, en una tempestuosa sesión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la concentración de fuerzas rusas en la frontera ucraniana.

La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, respondió señalando que la concentración de más de 100.000 soldados rusos en la frontera ucraniana constituye “la mayor movilización” militar en Europa en varias décadas, y añadió que ha habido un incremento de ciberataques y campañas de desinformación por parte de Rusia.

“Y están intentando, sin fundamento alguno, retratar a Ucrania y a los países occidentales como los agresores a fin de inventarse un pretexto para atacar”, declaró Thomas-Greenfield.

Los ásperos intercambios ocurrieron luego de que Moscú falló en su intento por evitar la reunión, donde quedaron en evidencia las fuertes discrepancias entre ambas potencias. Fue la primera sesión en que todos los participantes en la crisis ucraniana hablaron públicamente, aunque el Consejo de Seguridad no tomó acción alguna.

Horas más tarde, el gobierno ruso envió una respuesta por escrito a la propuesta que presentó Estados Unidos con el fin de reducir las tensiones en torno a Ucrania, según tres funcionarios del gobierno del presidente Joe Biden que hablaron bajo condición de anonimato. Un funcionario del Departamento de Estado se negó a dar detalles de la respuesta y declaró que “no sería productivo negociar en público” y que le deja a Rusia discutir su contrapropuesta.

Si bien se tiene previsto que continúen las gestiones diplomáticas de alto nivel esta semana, las negociaciones entre Estados Unidos y Rusia han fracasado hasta ahora en reducir las tensiones de la crisis.

Occidente sostiene que Moscú se prepara para una invasión. Rusia niega que esté planeando un ataque y exige que Ucrania nunca sea parte de la OTAN, que cese el despliegue de armas de la OTAN cerca de las fronteras rusas y que la alianza retire tropas de Europa oriental. Tanto la OTAN como Estados Unidos han dicho que esos aspectos no son negociables.

El embajador ruso ante la ONU Vassily Nebenzia acusó a Estados Unidos de “provocar tensiones y retórica y provocar una escalada”.

“Usted como que quiere que esto ocurra”, declaró Nebenzia dirigiéndose a Thomas-Greenfield. “Quiere que esto suceda. Está esperando a que suceda, como si quisiera que sus palabras se volvieran realidad”.

Nebenzia culpó a Estados Unidos por el derrocamiento en 2014 de un gobierno ucraniano que era más afín a Rusia, y denunció que ello trajo al poder a “nacionalistas, radicales, rusófobos y nazis puros”, y ocasionó antagonismo entre Rusia y Ucrania.

“Si no hubieran hecho esto, estaríamos viviendo en un espíritu de buenas relaciones de vecinos y cooperación mutua”, expresó el embajador ruso.

“Sin embargo, hay algunos en Occidente que no quieren este escenario positivo. Lo que está ocurriendo hoy en día es otro intento de meter una cuña entre Rusia y Ucrania”, añadió.

Nebenzia abandonó la sala cuando le tocó hablar al embajador ucraniano Sergiy Kyslytsya. “¿Cuánto tiempo más presionará Rusia? ¿Intentará llevar a Ucrania y a sus aliados a una trampa kafkiana?”, preguntó Kyslytsva.

La votación sobre si tener o no la reunión fue de 10 a favor y dos en contra. Rusia y China votaron no, y se abstuvieron la India, Gabón y Kenia. Se necesitaban nueve votos para su aprobación.

El embajador de China ante el organismo Zhang Jun dijo que votó en contra de la reunión porque “lo que se necesita con urgencia en estos momentos es una diplomacia discreta, no de megáfono”.

Estados Unidos y sus aliados habían presionado por llevar a cabo la reunión el lunes, el último día de la presidencia rotativa de Noruega al frente del organismo, antes de que Rusia asuma el cargo el martes durante todo el mes de febrero.

Cualquier declaración o resolución del Consejo de Seguridad es altamente improbable, considerando el poder de veto de Rusia y sus relaciones con otros miembros, incluyendo China.

Después de que los 15 integrantes del consejo hablaron, Estados Unidos y Rusia volvieron a intercambiar señalamientos. Thomas-Greenfield dijo que estaba “decepcionada” con los comentarios de Nebenzia y subrayó que las amenazas rusas de agresión son “provocadoras”.

“A Rusia sólo le diré esto: Sus acciones hablan por sí mismas”, dijo la embajadora estadounidense.

Nebenzia respondió: “Todo lo que queríamos decir se dijo en nuestro comunicado de hoy. Sin embargo, realmente no entendemos de qué amenazas y provocaciones y escaladas rusas hablan”.

Biden dijo en un comunicado que la reunión fue “un paso crítico para alentar al mundo a hablar al unísono” en su rechazo al uso de la fuerza y en busca de una reducción de las tensiones militares.