Un equipo del Hospital Anzhen de Beijing en China encontró restos de microplásticos en muestras de tejidos cardíacos humanos por primera vez. Las partículas tienen menos de cinco centímetros de largo y, los investigadores apuntan a que pertenecen a envases de alimentos. Estos plásticos son de un solo uso, que se liberan en el aire, agua y alimentos que nos rodean.
Las muestras de los tejidos y de sangre fueron tomadas de 15 pacientes que fueron sometidos a cirugías cardíacas. Se encontraron nueve tipos de plástico antes y después de las intervenciones médicas e incluyen también restos de pintura. Por ello, se cree que fueron inhalados o ingeridos. Los microplásticos pueden adherirse a la membrana externa de los glóbulos rojos afectando su capacidad para transportar oxígeno.
Así mismo, se relacionaron con el desarrollo de cáncer, enfermedades cardíacas y demencia, así como con problemas de fertilidad. Las células del cuerpo son incapaces de descomponer el plástico, por lo que pueden provocar inflamaciones significativas. El descubrimiento va acorde a un estudio reciente que indica que una persona promedio inhala lo equivalente a una tarjeta de crédito de microplásticos cada semana.
La investigación, publicada en la revista Environmental Science & Technology, apunta a que los microplásticos pueden ingresar al cuerpo mediante cirugías invasivas. Sin embargo, también lo hacen a través de la boca, la nariz y otras entradas al organismo. Además, se detectaron en órganos como los pulmones, el cerebro y la sangre de humanos vivos y fallecidos.
Aún se debate cómo el plástico entra al cuerpo humano, lo que es cierto es que se han detectado microplásticos en las partes más desoladas del mundo como los Alpes, la Antártida y la “zona de la muerte” del Monte Everest.
El daño de los microplásticos
Los plásticos están compuestos por sustancias químicas, incluidos los aditivos que dan fuerza y flexibilidad pero que son altamente tóxicos. Un análisis reciente señala que hay más de 10.000 productos, de los cuales 2.400 son preocupantes para la salud.
La Junta Estatal de Control de Recursos Hídricos de California, en Estados Unidos, apunta a que no son adecuadamente regulados en muchos países. Scott Coffin, el científico investigador de la junta, indica que 901 sustancias químicas son utilizadas en envases de alimentos sin haberse aprobado en algunas jurisdicciones.
Los números son preocupantes y más, por estudios que han revelado que los aditivos pueden filtrarse al agua por factores como la luz solar y la climatología. Al menos 8681 sustancias químicas pueden asociarse a un solo producto de plástico, y el 88% de ellas podría filtrarse.