Un tribunal sentenció con la pena máxima de 50 años de cárcel a cada uno de los siete miembros de una secta religiosa culpables de asesinar a una mujer y a seis menores de edad como parte de un culto en una remota zona indígena del Caribe panameño a inicios de 2020, una tragedia que conmovió fuertemente al país.

El tribunal de juicio oral de la provincia de Bocas del Toro hizo la lectura de la sentencia el viernes, luego que los acusados fueron declarados culpables en un juicio el pasado 21 de noviembre.

El fiscal superior de la provincia bocatoreña expresó satisfacción por el trabajo en equipo que realizó el Ministerio Público durante el proceso. “Son delitos extremadamente graves: femicidio, homicidio doloso agravado y privación de la libertad, lo cual el Ministerio Público pudo probar a través de todos y cada uno de los elementos probatorios que desfilaron durante la celebración del juicio”, expresó.

Otros dos integrantes de la secta ya habían accedido a un acuerdo de pena en que aceptaron su responsabilidad y fueron sentenciados a 47 años de prisión.

Se trata de la masacre de El Terrón, la aldea de indígenas Ngabé Buglé, donde los miembros de la llamada secta “Nueva Luz de Dios” y que se hacían llamar “ungidos por Dios” cometieron los sacrificios humanos. La matanza golpeó particularmente a uno de los residentes de esa tribu, cuya esposa y cinco hijos pequeños figuraron entre los fallecidos. La secta la integraban el abuelo y otros familiares de los menores asesinados.

Después de esa masacre se dieron otros casos de privación de libertad contra pobladores en esa zona indígena por parte de supuestos integrantes de sectas.