El presidente Joe Biden firmó el lunes una orden ejecutiva que pretende reconstruir la confianza de la población en el gobierno, al facilitar trámites como la renovación de pasaportes, la solicitud de prestaciones de seguro social y el acceso a la ayuda en caso de catástrofes naturales.

El propósito es situar al público y los servicios de atención al cliente en el centro de las operaciones federales, ahorrando tiempo, energía, frustración y posiblemente dinero al ofrecer una mejor y más eficiente atención a las millones de interacciones rutinarias entre la población y el gobierno.

“Lo esencial es que vamos a hacer que el gobierno funcione con mayor eficacia”, dijo Biden antes de firmar la orden en la Oficina Oval. “Esto contribuirá en gran medida a restaurar la fe en el gobierno”.

Es una tarea difícil, considerando que el gobierno federal persiste en su lentitud a pesar de los repetidos intentos durante generaciones por agilizarlo. El presidente Bill Clinton se comprometió en 1993 a “reinventar el gobierno” con un grupo de trabajo interinstitucional.

La firma se produce en un momento crítico para que Biden demuestre que puede obtener resultados. El país ha experimentado un fuerte repunte económico gracias a que los programas de ayuda contra el coronavirus han enviado dinero directamente a los estadounidenses.

Sin embargo, la popularidad del presidente se ha desplomado a medida que Estados Unidos se enfrenta a una inflación que alcanza su nivel más alto en las últimas cuatro décadas y a la persistencia de la pandemia del coronavirus.

En respuesta, el gobierno ha tratado de amplificar su mensaje de que puede facilitar la vida de los ciudadanos.

“Esta orden ejecutiva se centra en el modo en que el gobierno federal presta servicios al público y en asegurarse de ofrecer un producto de alta calidad”, dijo Neera Tanden, asesora del presidente.

La meta es aplicar la mayoría de los cambios de la orden en 17 agencias federales durante el próximo año.

Los funcionarios afirman que los fondos existentes deberían ser suficientes para que las agencias paguen las mejoras y que un mejor servicio y eficiencia ahorrarían, en última instancia, dinero al gobierno.

Paul Light, profesor de políticas públicas en la Universidad de Nueva York y experto en burocracia federal, dijo que la iniciativa podría resultar muy importante, aunque el gobierno de Biden enfrentará obstáculos.

La medida tiene la finalidad de reducir los engorrosos trámites burocráticos de la actualidad, en los que los ciudadanos suelen tener que visitar oficinas, realizar llamadas prolongadas o lidiar con los retrasos del correo y los faxes cuando intentan ponerse en contacto con las agencias federales.