¿Las personas vacunadas deben usar mascarilla ante el aumento de los casos de COVID-19?
Depende de su situación, pero utilizar cubrebocas en público puede proporcionar otra capa de protección y ayudar a evitar que el virus llegue a personas que no estén protegidas.
El alivio de las precauciones de seguridad y la gran cantidad de gente que sigue sin vacunar en muchas regiones están contribuyendo al repunte de los casos de coronavirus en todo el mundo.
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos no han cambiado su recomendación para que quienes hayan completado la pauta de vacunación puedan prescindir de la mascarilla de forma segura en la mayoría de las situaciones. Pero la doctora Rochelle Walensky, la directora de la agencia, dijo que los mandatos locales sobre el uso de barbijo podrían variar en función del nivel de vacunación y de si hay brotes activos.
El condado de Los Ángeles empezó recientemente a pedir a los residentes que utilicen mascarilla en interiores con independencia de si están vacunados o no, por ejemplo, y las autoridades en Nueva Orleans están instando a la población a hacer lo mismo.
Aunque las vacunas contra el COVID-19 reducen en gran medida la posibilidad de sufrir un cuadro grave de la enfermedad e incluso de morir y siguen siendo efectivas contra las variantes, algunos expertos dicen que el uso de mascarilla es una precaución razonable ya que aún es posible contagiarse.
Esto ayudaría también a evitar la propagación del virus a niños que no tienen edad suficiente para vacunarse y a personas con sistemas inmunitarios débiles.
“Personalmente, yo sigo usando mascarilla cuando voy a espacios públicos fuera de mi casa, tanto por mi propia protección como por el bien de mi comunidad”, señaló Angela Rasmussen, investigadora de virus de la Organización de Vacunas y Enfermedades Infecciosas (VIDO, por sus siglas en inglés) en la Universidad de Saskatchewan.
El doctor William Schaffner, un experto en enfermedades infecciosas en la Universidad de Vanderbilt, dijo que un enfoque de “precaución” tiene sentido también para la gente mayor o con problemas de salud y que son más vulnerables a enfermar gravemente si se infectan.
“Yo estoy bastante sano, pero tengo canas. Así que cuando voy al supermercado, me pongo mascarilla”, afirmó Schaffner.