El general Colin Powell, exsecretario de Estado de Estados Unidos y exjefe del Estado Mayor Conjunto, murió este lunes a los 84 años a causa de complicaciones de COVID-19, informó su familia en un comunicado.
Estaba completamente vacunado y fue tratado en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, dijo la familia, que agradeció al personal médico la atención suministrada en sus últimos días.
Su última aparición pública fue en un acto en Washington por el 20 aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Powell es percibido como una figura clave en la política de Estados Unidos, al servir como el primer asesor de seguridad nacional afroamericano, jefe del Estado Mayor Conjunto y secretario de Estado.
Nacido en Harlem de padres jamaicanos, Powell creció en el sur del Bronx y se graduó del City College of New York.
Fue condecorado por dos misiones de combate en Vietnam. Más tarde fue asesor de seguridad nacional del presidente Ronald Reagan al final de la Guerra Fría, ayudando a negociar tratados de armas y una era de cooperación con el líder soviético Mijaíl Gorbachov.
Como jefe del Estado Mayor Conjunto, fue arquitecto de la invasión a Panamá en 1989 y en la Guerra del Golfo Pérsico de 1991 que expulsó al líder iraquí Sadam Husein de Kuwait en 1991.
En 2001 pasó a ocupar la Secretaría de Estado en la presidencia de George W. Bush, y apoyó la segunda intervención en Irak después de los ataques del 11 de septiembre.
Powell se identificó como republicano moderado y pragmático por varias décadas, pero se opuso a la candidatura de Donald Trump en 2016 y 2020, y dio apoyo a sus rivales Hillary Clinton y Joe Biden.
Tras los sucesos en el Capitolio de EE. UU. en Washington en enero pasado, se declaró independiente.
El secretario de Estado, Antony Blinken, dijo en una declaración desde el Departamento de Estado que “hoy, una nación agradecida observa el fin de una distinguida carrera, celebra 35 años de servicio y victoria, una victoria para los militares estadounidenses que da la oportunidad de aprender, de crecer y de liderar”.
“Una victoria para una nación bien servida y, en un sentido más amplio, una victoria para el sueño americano”.
Blinken describió a Powell como “un hombre de ideas, pero no fue un ideólogo” y dijo que era su gran admirador.
“Hoy es un día triste para nosotros en el Departamento de Estado, en especial para los que trabajaron con el secretario Powell y nunca lo olvidarán”.