El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio anunció este martes que se autorizó la apertura de las primeras instalaciones de consumo de drogas supervisadas en la ciudad.
Los servicios del centro de prevención de sobredosis (Overdose Prevention Center, OPC), están destinados a reducir las muertes por sobredosis, un problema de salud pública que el país en su conjunto ha estado lidiando y que ha experimentado un aumento dramático durante la pandemia.
Los OPC, también conocidos como sitios de inyección supervisados o de consumo de drogas supervisado, son lugares seguros donde las personas que usan drogas pueden recibir agujas limpias, atención médica y estar conectadas a servicios sociales, así como tratamiento para la adicción.
Los OPC serán una extensión de los servicios existentes y estarán ubicados junto a proveedores de servicios de jeringas previamente establecidos.
La ciudad de Nueva York autorizó dos sitios de inyección supervisados en Manhattan, en los vecindarios de East Harlem y Washington Heights, mismos que comenzarán a operar el martes.
“La Ciudad de Nueva York ha liderado la batalla de la nación contra COVID-19, y la lucha para mantener segura a nuestra comunidad no se detiene ahí. Después de un estudio exhaustivo, sabemos el camino correcto a seguir para proteger a las personas más vulnerables de nuestra ciudad. Y no dudaremos en aceptarlo”, dijo el alcalde Bill de Blasio.
Por su parte, el comisionado de salud de la ciudad de Nueva York, Dave Chokshi, dijo que “la epidemia nacional de sobredosis es un incendio de cinco alarmas en la salud pública, y tenemos que abordar esta crisis al mismo tiempo que nuestra lucha contra el covid”.
“Darle a la gente un espacio seguro y de apoyo salvará vidas y traerá gente de las calles, mejorando la vida de todos los involucrados. Los centros de prevención de sobredosis son una parte clave de una reducción de daños más amplia”, aseguró.