El gobierno de Estados Unidos anunció el martes que presentó cargos formales contra uno de los principales sospechosos del asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse luego de que desprecintó una denuncia que revelaba que las autoridades federales lo habían interrogado hace varios meses mientras estaba escondido en Jamaica.
Mario Antonio Palacios Palacios, un exsoldado colombiano de 43 años de edad, está acusado de asociación delictuosa para cometer un homicidio o secuestro fuera de Estados Unidos y de proporcionar material de apoyo que resultó en una muerte, sabiendo o con la intención de que dicho material de apoyo sería utilizado para preparar o para llevar a cabo el homicidio o secuestro.
Compareció en un tribunal federal de Miami el martes por la tarde, pero no rindió una declaratoria. Palacios, que vestía unos jeans y una camiseta gris y llevaba grilletes en manos y pies, comentó a la jueza que quería que le designaran un abogado. Después de responder las preguntas relacionadas con sus ingresos y propiedades, incluyendo que tenía una en Cali, Colombia, y que recibía una pensión del ejército de casi 370 dólares, se le concedió un abogado basado en ingresos limitados.
El abogado designado por la corte, Alfredo Izaguirre, comentó a la jueza federal Alicia Otazo-Reyes que recomendó a Palacios que se quedara detenido debido a que no tiene un estatus migratorio, familiares o vínculos en Estados Unidos. La jueza ordenó su detención, señalando que existe el riesgo de que se dé a la fuga.
Palacios tiene programado comparecer de nuevo en la corte el 31 de enero. Izaguirre dijo que su cliente probablemente se declararía inocente en la audiencia preliminar.
Una denuncia que fue desprecintada el martes establece que Palacios habló de manera voluntaria con las autoridades estadounidenses en octubre y les dijo que lo contrataron para viajar a Haití, brindar seguridad y participar en una supuesta operación para arrestar al presidente. Dijo que el plan inicial era que los conspiradores usarían sudaderas negras, capturarían a Moïse en el aeropuerto en junio y se lo llevarían en un avión. Palacios dijo que los otros conspiradores, a los que no identificó, le contaron alrededor del 6 de julio, un día antes del asesinato, sobre el plan de matar a Moïse.
Palacios fue arrestado en Jamaica en octubre, y el lunes estaba siendo trasladado a su país, Colombia. Sin embargo, la Interpol le notificó al hombre durante una escala en Panamá que el gobierno estadounidense lo estaba extraditando, informó el general Jorge Luis Vargas, director de la policía colombiana.
Añadió que Colombia, Jamaica y Estados Unidos estaban coordinándose para deportar y extraditar a Palacios a Estados Unidos.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos señaló en un comunicado de prensa que Palacios aceptó viajar a Estados Unidos durante su escala en Panamá.
La Interpol había emitido una alerta roja contra Palacios por cargos de intento de asesinato, robo armado y asociación delictuosa, a solicitud del gobierno haitiano.
Entretanto, el despacho del primer ministro haitiano emitió una escueta declaración en la que afirmó solamente que espera que se haga justicia por el asesinato de Moïse, ocurrido en su residencia el 7 de julio. El despacho no contestó preguntas, como si el gobierno tenía cargos contra Palacios o si trataría de buscar su extradición a Haití.
El ex primer ministro haitiano Claude Joseph dijo que la detención de Palacios por parte de Estados Unidos era un paso en la dirección correcta, pero pidió a las autoridades locales colaborar con Estados Unidos para extraditarlo para que pueda enfrentar la justicia haitiana.
Palacios estaba entre una decena de exsoldados colombianos acusados de matar a Moïse. El gobierno colombiano sostiene que la mayoría de los exsoldados pensaban que se trataba de una misión legítima de protección y que sólo unos cuantos sabían que se trataba de un plan criminal.
Más de 40 sospechosos han sido detenidos, entre ellos 19 exsoldados colombianos. Palacios fue miembro de las fuerzas armadas colombianas durante 20 años.