Los inmigrantes latinos, especialmente los que no son ciudadanos estadounidenses, enfrentan un riesgo mucho mayor de morir que sus pares nacidos en Estados Unidos, según un estudio revelado por la Universidad del Sur de California (USC).
El estudio evaluó las diferencias de mortalidad según el estatus de ciudadanía entre adultos jóvenes latinos de 18 a 44 años que viven en Estados Unidos. Los investigadores analizaron las tasas de mortalidad y los factores de riesgo para la salud entre 48,000 no ciudadanos, 16,000 ciudadanos naturalizados y 63,000 ciudadanos nacidos en EE.UU., obtenidos de datos de la Encuesta Nacional de Entrevistas de Salud de 1998 a 2014.
El análisis reveló que los no ciudadanos tienen un mayor riesgo de muerte debido a problemas de salud que incluyen enfermedades cardiacas, derrames cerebrales e hipertensión, diabetes tipo 2 y obesidad que los inmigrantes naturalizados o las personas nacidas en EE.UU.
Los no ciudadanos también enfrentan un mayor riesgo de muerte a causa de accidentes que los miembros de otros grupos.
“Sabemos que los no ciudadanos tienen más probabilidades de enfrentar pobreza, segregación y acceso inadecuado a la atención médica, mecanismos que afectan negativamente la salud”, dijo en un comunicado Jenny S. Guadamuz, autora principal del estudio e investigadora de la USC.
Añadió que “también es ampliamente conocido que los inmigrantes hacen menos uso de la atención médica”.
El estudio, publicado el martes en la revista médica American Journal of Preventive Medicine, es el primero que examina el riesgo de muerte de los inmigrantes latinos en edad adulta joven en comparación con los latinos nacidos en EE. UU.
La investigación no incluye las muertes recientes por la pandemia. Los investigadores advirtieron que es probable que los estragos de la covid-19 en las comunidades inmigrantes latinas sin estatus migratorio empeore las disparidades.
El año pasado, un estudio separado realizado por investigadores de la Escuela de Medicina Keck de la USC encontró que los inmigrantes latinos en edad laboral (de 20 a 54 años) tenían 11 veces más probabilidades de morir de covid-19 que los hombres y mujeres nacidos en Estados Unidos.