¿Te ha pasado que después de almorzar sientes sueño, flojera o percibes que tu agilidad mental disminuye? Si es así, es muy probable que lo que almuerzas no sea adecuado para ti.

La nutricionista Sara Abu Sabbah explica lo que sucede en el organismo tras ingerir determinada cantidad de alimentos.

Debemos recordar que la digestión es un proceso que demanda mucho gasto de oxígeno y para obtenerlo el corazón debe bombear suficiente sangre cargada de este elemento.

Cuando tu almuerzo es copioso, es decir, abundante en cantidad o es una preparación que requiere de mayor trabajo digestivo, el cerebro ordena disminuir toda función que demande oxígeno induciendo el sueño para entrar en estado de reposo.

Las preparaciones altas en grasa, con pocas verduras y generosas en carbohidratos demandan mayor trabajo digestivo. Lo mismo puede ocurrir si la comida es ligera, pero de mucha cantidad.

Si tu trabajo o estudio demanda mayor estado de alerta evita estas preparaciones y prefiere aquellas ligeras, generosas en verduras y reduce cantidades.