El cáncer de pulmón ha sido durante mucho tiempo un desafío significativo para la salud pública en los Estados Unidos. Se ha observado una tendencia positiva en la disminución de las tasas de incidencia en general, pero los datos más recientes basados en la población revelan algunos cambios sorprendentes en la dinámica del cáncer de pulmón, en particular en relación con el género y la edad.

Según un estudio liderado por el Dr. Ahmedin Jemal y sus colegas de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, las tasas de incidencia del cáncer de pulmón han disminuido en general, pero han surgido patrones que merecen una atención especial. Hasta hace poco, las tasas más altas de cáncer de pulmón se observaban en hombres en comparación con mujeres, pero esta brecha se ha estrechado en ciertos grupos de edad.

El estudio, que abarcó un período de tiempo desde 2000 hasta 2019, utilizó datos del programa SEER del Instituto Nacional del Cáncer, que cubre casi la mitad de la población estadounidense. Los resultados revelaron que la disminución en las tasas de incidencia entre 2000-2004 y 2015-2019 fue más pronunciada en los hombres jóvenes. Como resultado, se observó un aumento en la incidencia en las mujeres de 35 a 54 años.

Para ser más específicos, entre las personas de 50 a 54 años, las tasas de incidencia disminuyeron en un 44% en los hombres y un 20% en las mujeres. Esto tuvo como consecuencia un aumento en la relación entre las tasas de incidencia entre mujeres y hombres en este grupo de edad.

Dejar de fumar es la clave

Este hallazgo no es completamente nuevo. Ya se había observado un patrón similar en un estudio anterior realizado por el mismo equipo de investigadores. El estudio anterior se centró en el período de 1995 a 2014 y también encontró un aumento en la incidencia del cáncer de pulmón en mujeres de 30 a 49 años en comparación con los hombres.

En contraste, las mujeres de 55 años o más continuaron mostrando tasas de incidencia más bajas que los hombres, aunque estas diferencias se han ido reduciendo con el tiempo. Un ejemplo concreto es el grupo de personas de 70 a 74 años, donde la tasa de incidencia en las mujeres aumentó en el período estudiado.

La pregunta que surge es por qué se está produciendo este cambio en la incidencia del cáncer de pulmón. Hasta ahora, no existe una respuesta definitiva. Según el Dr. Jemal, a pesar de que la mayoría de los casos de cáncer de pulmón se relacionan con el tabaquismo, no hay una diferencia significativa en la prevalencia o intensidad del tabaquismo entre hombres y mujeres.

Los investigadores también analizaron los efectos del tabaquismo en mujeres en comparación con hombres y encontraron que no hay evidencia sólida que respalde efectos cancerígenos más elevados del tabaquismo en las mujeres. Además, el sobrediagnóstico no parece ser una explicación plausible para el exceso de riesgo en las mujeres más jóvenes.

En cambio, una hipótesis interesante que se plantea es que la reducción del riesgo de cáncer de pulmón después de dejar de fumar podría variar según los tipos de cáncer de pulmón. Por ejemplo, el riesgo de adenocarcinoma, un subtipo de cáncer de pulmón más común en mujeres, disminuye más lentamente que otros tipos de cáncer de pulmón después de dejar de fumar. Esto podría estar relacionado con el hecho de que muchas mujeres han tardado más en dejar de fumar que los hombres.

Para abordar este problema, es esencial intensificar los esfuerzos para ayudar a las mujeres jóvenes y de mediana edad a dejar de fumar. El Dr. Jemal enfatiza la importancia de realizar más investigaciones para comprender por qué la incidencia del cáncer de pulmón es mayor en estas mujeres y cómo se pueden planificar intervenciones efectivas.