Nayib Bukele asumió el sábado la presidencia de El Salvador para un segundo periodo de cinco años en el que gobernará con más poder que nunca la nación centroamericana y tras haber ganado contundentemente la reelección en febrero a pesar de que la constitución lo prohibía.
“Quiero recalcar que han venido el mayor número de delegaciones que ha tenido este país en sus historia, que este gobierno que inicia este día ha sido reconocido por el 100% de los países del mundo”, afirmó en su discurso Bukele después de juramentar el cargo y recibir nuevamente la banda presidencial en una ceremonia en el Congreso Nacional.
Bukele, de 42 años, fue reelegido con el 85% de los votos, en un país donde es altamente popular por su combate frontal a las poderosas pandillas, que convirtieron alguna vez a El Salvador en la nación del crimen en el mundo y ahora, según el gobierno, en una de las ciudades más seguras de Latinoamérica.
la mejora de la seguridad pública se atribuye también una caída del 60% de la migración de salvadoreños hacia los Estados Unidos, según los expertos.
Entre los asistentes el sábado en la ceremonia de toma de posesión en la capital salvadoreña figuró una alta delegación de Estados Unidos, encabezada por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. También participaron varios líderes latinoamericanos, como los presidentes de Argentina, Javier Milei, de Costa Rica, Rodrigo Chaves, y el ecuatoriano Daniel Noboa, entre otros.