El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, conmemorará esta semana el 80 aniversario de la invasión del Día D en Francia, mientras intenta demostrar un firme apoyo a la seguridad europea en un momento en el que algunos aliados temen que Donald Trump amenace con poner en entredicho los compromisos estadounidenses si gana otro mandato en la Casa Blanca.

El viaje se produce mientras continúan los combates más letales en el continente desde la Segunda Guerra Mundial en Ucrania y los países aliados luchan por encontrar formas de cambiar el rumbo contra Rusia, que recientemente ha ganado terreno en el campo de batalla. También se produce en medio de las grietas cada vez más profundas entre Estados Unidos y muchos aliados europeos sobre cómo gestionar la actual guerra entre Israel y Hamás en Gaza.

Biden llegó a París el miércoles por la mañana y fue recibido por funcionarios franceses y una guardia de honor. El jueves, visitará un terreno sagrado cerca de las playas de Normandía, donde hileras de lápidas blancas marcan las tumbas de los soldados estadounidenses que murieron para poner fin a la Segunda Guerra Mundial. Biden también hablará el viernes en Pointe du Hoc, un lugar de la costa francesa donde los Rangers del ejército escalaron acantilados costeros para superar las defensas nazis.

El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo a bordo del Air Force One camino a Francia que Biden enfatizará cómo los hombres en esos acantilados “pusieron al país por delante de ellos mismos” y detallará “los peligros del aislacionismo y cómo, si apoyamos a los dictadores y no nos enfrentamos a ellos, seguirán adelante y, en última instancia, Estados Unidos y el mundo pagarán un precio mayor”.

“Ochenta años después, vemos a los dictadores una vez más intentando desafiar el orden, intentando marchar en Europa”, dijo Sullivan, “y que las naciones amantes de la libertad necesitan unirse para oponerse a eso, como lo hemos hecho nosotros”.

También dijo que Biden se reunirá con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy en Francia para discutir “cómo podemos continuar y profundizar nuestro apoyo a Ucrania”.

El sábado, Biden y su esposa Jill serán honrados por el presidente francés Emmanuel Macron con una visita de Estado que incluirá un desfile militar en París y un banquete en el Palacio del Elíseo, así como sesiones de negocios en las que los líderes discutirán el fortalecimiento de su alianza, comercio y cooperación en materia de seguridad para los próximos Juegos Olímpicos.

También se espera que los dos líderes discutan sobre Medio Oriente. Biden ha invertido capital geopolítico en negociar un alto el fuego en la guerra entre Israel y Hamás que permitiría la liberación de rehenes, aunque ha mantenido su firme apoyo a Israel y se ha resistido a los esfuerzos europeos de reconocer un estado palestino o investigar a Israel por su manejo de la guerra.