En los últimos años, ha habido un cambio significativo en la percepción del consumo de alcohol y sus efectos en la salud. Durante mucho tiempo, se creía que beber de manera moderada no solo era seguro, sino que incluso podría ofrecer algunos beneficios para la salud. Sin embargo, nuevas investigaciones están desafiando esta noción y sugieren que cualquier cantidad de alcohol puede ser perjudicial.

Históricamente, las principales organizaciones de salud y algunos médicos han advertido sobre el vínculo entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer. Sin embargo, los mensajes predominantes hacia los bebedores moderados solían ser tranquilizadores y, en algunos casos, incluso alentadores. Esta perspectiva ha sido rebatida por recientes estudios que ofrecen una visión más preocupante.

La pandemia de COVID-19 también jugó un papel en el aumento del consumo de alcohol, lo que posiblemente explica por qué las noticias sobre sus riesgos han encontrado una audiencia más receptiva recientemente. En 2022, un episodio del popular podcast “Huberman Lab” que explicaba los diversos riesgos del alcohol para el cuerpo y el cerebro se convirtió en uno de los más escuchados del año. Esta creciente conciencia ha dado lugar a una mayor popularidad de las bebidas espirituosas sin alcohol y un cambio en el comportamiento de consumo, con más personas optando por el cannabis en lugar del alcohol.

En respuesta a esta nueva evidencia, algunos gobiernos han comenzado a revisar sus mensajes sobre el consumo de alcohol. En 2022, Irlanda se convirtió en el primer país en aprobar una legislación que requiere una advertencia sobre el cáncer en todos los productos alcohólicos, similar a las advertencias en los paquetes de cigarrillos. La advertencia indicará claramente: “Existe un vínculo directo entre el alcohol y los cánceres mortales”. Canadá también ha revisado sus directrices sobre el alcohol, declarando que incluso una pequeña cantidad de alcohol puede ser perjudicial para la salud. Las nuevas pautas canadienses consideran que uno o dos tragos por semana son de “bajo riesgo”, mientras que de tres a seis tragos se clasifican como de “riesgo moderado”.

Estos cambios reflejan un creciente reconocimiento de que ninguna cantidad de alcohol es segura para la salud. Sin embargo, esto plantea la pregunta de cuán perjudicial es realmente el consumo de alcohol en cantidades moderadas. La información sobre los riesgos para la salud a menudo no proporciona detalles específicos sobre el nivel de riesgo que enfrenta una persona, lo que puede generar confusión sobre cómo ajustar el comportamiento personal a la luz de esta nueva investigación.

Además, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han reportado un aumento en las muertes relacionadas con el alcohol en Estados Unidos. Comparando los datos de 2020-21 con los de 2016-17, encontraron un aumento del 29,3%, atribuido en gran parte a la pandemia, la mayor disponibilidad de alcohol y su menor costo ajustado a la inflación. Mark Kleiman, un influyente investigador sobre políticas de drogas, destacó la importancia de aumentar los impuestos al alcohol como una medida efectiva para reducir las tasas de homicidio sin necesidad de incrementar las tasas de encarcelamiento.

En resumen, la evidencia científica más reciente sugiere que cualquier cantidad de alcohol puede ser perjudicial para la salud. Esta nueva comprensión está llevando a un cambio en las políticas y en la percepción pública, promoviendo un enfoque más cauteloso hacia el consumo de alcohol.