El secretario de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, indicó que los agentes de migración del país están “entrenados” para identificar a solicitantes de asilo, pese a reportes de que decenas de personas que pidieron protección en el país han sido devueltas a México sin que sus casos fueran escuchados.
Desde su vista a Tucson, Arizona, el funcionario subrayó que las autoridades migratorias, incluyendo la Patrulla Fronteriza, está “bien entrenadas para identificar a los individuos que expresan un miedo” de ser retornados a sus países.
“Estamos haciendo cumplir la ley”, subrayó el secretario.
Bajo las nuevas restricciones al asilo en la frontera, impuestas el pasado 5 de junio, las personas que cruzan sin autorización tienen que manifestar un miedo de ser retornados a sus países para poder solicitar algún tipo de protección en EE.UU.
Las normas impiden que la mayoría de migrantes detenidos por las autoridades puedan acceder al asilo, pero contemplan unas pocas excepciones para quienes hayan sido víctimas de trata de personas, tengan una emergencia de salud severa o se enfrenten a una amenaza inminente contra su vida o su seguridad.
Bajo la nueva normativa, las personas que expresen activamente este miedo a las autoridades migratorias deben ser remitidas a un proceso conocido como “entrevista de miedo creíble”, donde se les hacen preguntar para determinar si pueden o no solicitar algún tipo de protección en el país.
Varias organizaciones que trabajan con migrantes en diferentes partes de la frontera han denunciado ya haber hablado con decenas de personas que han sido expulsadas a México a pesar de haber expresado miedo de ser deportadas.
Pedro Velasco, uno de los directoras de la ONG con sede en Nogales (México) Kino Border Initiative, aseguró a EFE que desde que la orden entró en vigor ha visto cada día a decenas de migrantes retornados que aseguran haber expresado miedo o pedido asilo a los oficiales que los detuvieron.
“Es muy desesperante (…) vemos gente que dicen que les mostraron a los agentes que los habían torturado, pero que les dieron que ya no hay asilo para nadie”, señaló el activista.
Una situación similar reportó la organización Human Rights First, en un informe publicado la semana pasada, donde señalan haber recibido de testimonios de personas que buscaban pedir asilo y fueron devueltas a México.
Antes de que entraran en vigor las restricciones, las personas que cruzaban hacia EE.UU. sin autorización podían pedir asilo y, si pasaban un filtro inicial conocido como entrevista de miedo creíble, se les permitía entrar al país mientras esperaban a que sus casos se resolvieran.
La ley requiere que para solicitar este tipo de protección una persona debe estar ya en suelo estadounidense.
Un puñado de grupos en defensa de los derechos civiles presentó el pasado 15 de junio una demanda para bloquear las reglas, que tildan de “ilegales”.
El documento legal argumenta que las normas son “rotundamente inconsistentes con el estatuto de asilo que promulgó el Congreso, que permite a los inmigrantes presentar solicitudes de asilo ‘ya sea que entren o no’ por un puerto de entrada”.