Boston, Mass. – El sobrino del Jefe de policía de Providence, Crl. Oscar Pérez, se declaró culpable de ser el cabecilla de una banda de traficantes de fentanilo en varios estados desde la ciudad capital de Rhode Island, al mismo tiempo que sus tíos ascendían en las filas del departamento de policía.

Jasdrual “Josh” Pérez, de 36 años, compareció el miércoles ante el tribunal federal de Boston y cambió su declaración a culpable después de más de dos años de afirmar su inocencia. No hubo un acuerdo de declaración de culpabilidad con los fiscales federales y Pérez se negó a cooperar en la investigación.

Su abogado, Jack Cicilline, dijo que la decisión “se estivo considerando por mucho tiempo”. “Él específicamente no quería convertirse en testigo del gobierno en ningún sentido”, dijo Cicilline y agregó “Ha estado trabajando diligentemente durante los últimos dos años en Wyatt para convertirse en una nueva persona”.

En febrero 2022 agentes federales arrestaron a Pérez y lo acusaron de liderar una “operación de drogas sólida y de larga duración” que bombeaba la letal droga ilícita a las calles de varios estados, incluidos Rhode Island y Massachusetts, Nueva York y Tennessee. Pérez ahora enfrenta un mínimo de 10 años de prisión, declarándose culpable de un cargo de conspiración con la intención de distribuir fentanilo. La pena máxima es cadena perpetua. El será sentenciado el 12 de noviembre. 

En abril  2023, el FBI abrió  una investigación separada para determinar si la operación de tráfico de drogas de Josh Pérez se había beneficiado de alguna manera de sus vínculos familiares en el Departamento de Policía de Providence. Su tío, Oscar Pérez, es el jefe de policía del departamento. Su otro tío, Andrés Pérez, es un sargento que trabajó en casos de drogas en la oficina de inteligencia del departamento. Los agentes del FBI entrevistaron a ambos tíos como parte de su investigación.

El FBI nunca ha hecho público nada sobre su investigación y nunca se han presentado cargos penales. Un portavoz del FBI se negó a hacer comentarios el miércoles. Ambos tíos han negado cualquier implicación.

Una brigada especial de Massachusetts empezó a investigar a Josh Pérez a fines de 2019, reuniendo pruebas en su contra durante más de un año antes de allanar sus propiedades en Providence y Cranston en 2022. Los agentes federales pidieron a varias agencias policiales estatales y locales que ayudaran en la redada. No involucraron a la policía de Providence. Pérez inicialmente huyó del estado a Nueva York después de enterarse de que los federales estaban tratando de arrestarlo. Más tarde se entregó y desde entonces ha estado detenido en el Centro de Detención Wyatt en Central Falls. Los federales lo acusaron de dirigir una banda de narcotraficantes de casi una docena de personas, que fabricaban y distribuían fentanilo para él y otros dos acusados ​​​​en el caso, Erik Ventura y Joel Santana. Los investigadores dijeron que la banda convertía el  fentanilo en pastillas en la casa de Pérez en Providence y las hacia pasar como Percocet u oxicodona de grado farmacéutico.

Los funcionarios federales utilizaron interceptaciones telefónicas para grabar a Pérez alardeando de cuánto dinero generó la operación. “Vendo drogas porque me gusta esta [censurado], amigo”, dijo, según documentos judiciales. “Puede que no reciba pagos durante un mes entero o un mes y medio y eso está bien porque tengo recursos. Cuando cobro, son como un millón y algo más”.

A pesar del tamaño y el alcance de la operación de Josh Pérez, nunca se convirtió en un objetivo del Departamento de Policía de Providence, a pesar de que se sabía dentro del departamento que estaba involucrado en drogas. Cicilline dijo que los tíos “hicieron todo lo posible para hacerle saber a la familia que estaban molestos con lo que escuchaban que estaba haciendo”.

El único otro encuentro de Josh Pérez con la ley ocurrió en 2019 cuando los agentes de la Policía Estatal de Rhode Island lo vieron en Warwick tratando de deshacerse de una bolsa de cocaína del tamaño de una pelota de béisbol, según los registros judiciales. Más tarde se declaró culpable de posesión con intención de vender cocaína y recibió una sentencia diferida de cinco años, 100 horas de servicio comunitario y una multa de casi $1,000, según documentos judiciales.

El año pasado, El Crl. Oscar Pérez insistió en que su sobrino nunca recibió un trato especial ni protección, diciendo que el departamento no tiene problemas en arrestar a delincuentes en Providence, incluso si son “parientes, gente que conocemos o gente con la que crecimos”.