Por primera vez en cinco años, las muertes por sobredosis de opioides en Estados Unidos han mostrado una tendencia a la baja. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), las muertes por sobredosis disminuyeron en un 3% en 2023, un logro significativo tras años de aumento constante.

Este cambio positivo podría estar vinculado a la creciente disponibilidad de naloxona, un medicamento clave para revertir sobredosis, entre personas comunes sin formación médica.

Los datos recopilados entre junio de 2020 y junio de 2022 muestran que, aunque las tasas de administración por parte de los equipos médicos disminuyeron en un 6,1%, el uso de naloxona por personas no profesionales aumentó un 43,5% durante el mismo período. Esta tendencia ha sido vista como una señal de que las estrategias de salud pública están dando resultados.

Chris Gage, investigador del Registro Nacional de Técnicos de Emergencias Médicas y autor principal del estudio, subraya la importancia de estos datos. “El aumento significativo en la administración de naloxona por transeúntes sugiere que la difusión del medicamento está logrando su propósito”, declaró Gage.

“Demuestra que las personas están dispuestas a intervenir para salvar vidas”. Gage destaca que la naloxona, disponible comúnmente en forma de aerosol nasal, es fácil de usar y no requiere entrenamiento médico. Una vez administrada, el fármaco puede revertir los efectos de la sobredosis en apenas dos o tres minutos. Sin embargo, los expertos recomiendan siempre contactar a los servicios de emergencia tras el uso del medicamento, ya que es posible que la persona necesite atención médica adicional.

A partir de septiembre de 2023, la naloxona se ha vuelto aún más accesible, ya que puede adquirirse sin receta médica en farmacias a un precio sugerido de 45 dólares por una caja de dos dosis. Esta medida está diseñada para ampliar el acceso al medicamento, particularmente entre personas que viven o trabajan con personas en riesgo de sobredosis. Gage enfatiza la importancia de tener naloxona a mano: “Si conoces a alguien con adicción a los opioides, tener naloxona disponible puede hacer la diferencia entre la vida y la muerte”.

El estudio también plantea que, si bien solo el 3,4% de los pacientes estudiados recibieron naloxona de un transeúnte, esa cifra podría seguir aumentando con la mayor disponibilidad del fármaco. Los datos recientes de los CDC señalan que la tasa de sobredosis fatales ha caído hasta un 10% en el último año, lo que sugiere que estas intervenciones rápidas por parte de personas comunes podrían estar desempeñando un papel fundamental en el descenso de las muertes.

Sin embargo, algunos expertos señalan que todavía hay barreras económicas que limitan el acceso a la naloxona. Nabarun Dasgupta, científico sénior de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, explica que durante muchos años Narcan fue parte de un monopolio comercial multimillonario, lo que encareció su costo y dificultó su acceso en algunos estados. Aunque la situación ha mejorado en el último año y medio, Dasgupta sostiene que el precio sigue siendo un obstáculo en algunos lugares. “Los estados están pagando más por la naloxona de lo que deberían”, asegura Dasgupta, añadiendo que, a pesar de estos desafíos, el acceso al fármaco continúa mejorando.

Además de mejorar el acceso a la naloxona, Dasgupta enfatiza la importancia de la educación sobre las drogas contaminadas, ya que los opioides en el mercado suelen estar mezclados con otras sustancias peligrosas, lo que aumenta el riesgo de sobredosis. “Hay una creciente preocupación sobre la pureza de las drogas que consumen los usuarios.