Las autoridades mexicanas trasladaron el jueves a Estados Unidos a 29 personas requeridas por vínculos con el crimen organizado, entre ellas el histórico capo Rafael Caro Quintero, que fue apresado hace casi tres años en el noroeste de México y quien es reclamado por el asesinato de un agente federal estadounidense en 1985.
La operación sin precedentes de mover a ese alto número de reclusos a Estados Unidos llega a pocos días de que venza el plazo del 4 de marzo que fijó el presidente estadounidense Donald Trump para comenzar a aplicar los aranceles generales de 25% a las importaciones mexicanas.
Además de Caro Quintero, también fueron enviados al país vecino los cabecillas del sanguinario grupo de Los Zetas, Miguel Treviño Morales y su hermano Omar Treviño Morales —alías el Z-40 y el Z-42, respectivamente—, confirmó a The Associated Press una funcionaria federal que habló en condición de anonimato porque no está autorizada para declarar.
La Fiscalía General de México y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana anunciaron en un comunicado conjunto que los reclusos fueron trasladados en la mañana del jueves desde varios centros carcelarios al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en el norte capitalino, rumbo a ocho ciudades estadounidenses.