Costa Rica anunció el martes que permitirá a algunos de los aproximadamente 200 migrantes que fueron deportados de Estados Unidos y se encuentran detenidos en el país centroamericano quedarse y moverse libremente durante tres meses.
La medida se produce días después de que abogados de derechos humanos presentaron una demanda contra Costa Rica, alegando que el gobierno violó los derechos de 81 niños migrantes al detenerlos en un campamento rural sin ningún recurso jurídico, acceso a educación o servicios psicológicos.
De momento no se dio a conocer cuántos migrantes —en su mayoría procedentes de Afganistán, Rusia, China, Pakistán, India y otros países— recibirían los permisos, pero se espera que los niños estén entre los que se les permitirá quedarse.
El gobierno dijo que los permisos se otorgarán “por razones humanitarias” y durarán tres meses mientras los migrantes buscan asilo en Costa Rica o buscan formas de salir del país.
Los migrantes fueron deportados a Panamá y Costa Rica este año debido a que el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump buscaba aumentar las deportaciones. Lo que una vez se dijo que sería una estancia temporal en Centroamérica se prolongó durante meses, avivando las críticas de grupos de defensores de derechos humanos ya que muchos de los deportados expresaron temor de regresar a sus propios países.