Con aguas oceánicas más cálidas de lo normal, los meteorólogos pronostican otra temporada de huracanes inusualmente activa en el Atlántico. Pero no piensan que sea tan caótica como la de 2024, la tercera temporada más costosa en daños de la que se tenga registro, la cual generó tormentas letales como Beryl, Helene y Milton.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) reveló el jueves su pronóstico para la temporada de huracanes del Atlántico, la cual comienza el 1 de junio y se extiende hasta finales de noviembre, con un 60% de probabilidad de que sea más intensa de lo normal, un 30% de probabilidad de que sea cercana a lo normal y sólo un 10% de probabilidad de que su actividad esté por debajo del promedio.
El pronóstico prevé de 13 a 19 tormentas con nombre, de las cuales entre seis y 10 se convertirán en huracanes y entre tres y cinco en ciclones de categoría tres o mayor con vientos superiores a los 177 km/h (110 mph). Una temporada normal tiene 14 tormentas con nombre, de las cuales siete alcanzarán categoría de huracán y tres de ellos de categoría de tres o más.
La temperatura del océano no es tan elevada como el calor extremo del año pasado. Pero es suficiente para justificar un pronóstico de mayor actividad al promedio, indicó Ken Graham, director del Servicio Meteorológico Nacional.