Una investigación llevada a cabo por Stanford Medicine, que analizó casi 10,000 registros de niños en edad preescolar diagnosticados con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), revela que el 42.2% de estos niños reciben medicación en el primer mes posterior al diagnóstico. Esto infringe las directrices de la Academia Estadounidense de Pediatría, que recomiendan una espera de seis meses para iniciar tratamientos médicos.
El hallazgo, publicado en JAMA Network Open, destaca una brecha en la atención médica para niños de 4 y 5 años con TDAH. Las pautas de tratamiento recomiendan esperar antes de comenzar la medicación, pero los pediatras a menudo recetan medicamentos inmediatamente después del diagnóstico.
Los datos provienen de instituciones de Colorado, Pensilvania, Ohio, Illinois, Florida, Delaware, California y Texas, que participan en la Red de Investigación Clínica PEDSnet, el sistema nacional de aprendizaje de salud pediátrica. Se analizaron datos de historiales médicos electrónicos de consultas médicas, telemedicina, atención telefónica y administrativa de niños en las clínicas de atención primaria de estas instituciones.
Consecuencias de la prescripción temprana
Las prescripciones inmediatas pueden llevar a efectos secundarios adversos, como irritabilidad y agresividad en los niños pequeños. Según el Dr. Yair Bannett, profesor adjunto de pediatría y quien lideró el estudio, el comienzo de un enfoque conductual es crucial para el bienestar a largo plazo del niño y su familia. Los efectos de la medicación a menudo no compensan los riesgos asociados.
“Hemos descubierto que a muchos niños pequeños se les recetan medicamentos muy poco después de documentarse su diagnóstico de TDAH. Esto es preocupante, ya que sabemos que iniciar el tratamiento del TDAH con un enfoque conductual es beneficioso; tiene un gran impacto positivo tanto en el niño como en la familia”, afirma Bannett.
Expresa que los medicamentos estimulantes recetados para esta afección causan más efectos secundarios en pacientes jóvenes que en niños mayores. Incluso, antes de los 6 años, el cuerpo de los niños no metaboliza completamente los medicamentos.
Importancia de un tratamiento integral
El informe subraya la falta de acceso a terapia conductual adecuada como una de las principales razones detrás de la rápida prescripción de medicamentos. Muchos pediatras mencionan la ausencia de recursos terapéuticos accesibles para los pacientes, lo que ha llevado a una cultura que prefiere la medicación sobre el tratamiento conductual en muchos casos.
A todo esto, los expertos sugieren que un enfoque combinado de terapias conductuales y medicación es esencial para el tratamiento eficaz del TDAH en niños.
La terapia no solo aborda los síntomas, sino que también equipara a los niños con habilidades que les ayudarán en su desarrollo futuro. Es vital que los padres y profesionales de la salud trabajen juntos para asegurar que las pautas de tratamiento se sigan de manera adecuada.
Entendiendo el TDAH
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es un trastorno del neurodesarrollo que se caracteriza por síntomas principales de falta de atención, hiperactividad e impulsividad. No es solo un problema de comportamiento, sino una condición que afecta cómo funciona el cerebro y cómo una persona procesa la información.
El TDAH puede diagnosticarse en la infancia o en la adultez y se presenta en tres tipos principales: predominio de inatención, predominio de hiperactividad e impulsividad, y un tipo combinado que incluye ambos grupos de síntomas.
El mismo implica dificultades para mantener la atención, controlar los impulsos y regular la actividad o energía. Estas dificultades pueden afectar seriamente el desempeño en la escuela, el trabajo y la vida cotidiana. No se trata de falta de esfuerzo o de mala conducta, sino de una forma diferente de procesar la información y responder al entorno.
Causas. Se cree que el TDAH tiene una base genética importante, aunque también intervienen factores ambientales, como la exposición a toxinas durante el embarazo, bajo peso al nacer, y el consumo de tabaco o alcohol por parte de la madre. Además, hay alteraciones en la estructura y función cerebral, especialmente en áreas como el córtex prefrontal, que regula la atención, la planificación, el control de impulsos y la gestión de emociones.
Síntomas. Los síntomas varían según el tipo de TDAH, pero generalmente incluyen: problemas para prestar atención, organizarse y seguir instrucciones; hiperactividad que se manifiesta como necesidad constante de moverse o hablar; e impulsividad, que puede implicar actuar sin pensar o interrumpir a otros. Puede disminuir con la edad, aunque las dificultades de atención suelen persistir.
El TDAH puede generar problemas en la vida familiar, social, académica y laboral.