Un creciente grupo de pacientes que demandan a Novo Nordisk, la compañía detrás de Ozempic, y a Eli Lilly, por presuntamente no advertir adecuadamente sobre los riesgos de este medicamento en el etiquetado.
Según el abogado Robert King, que representa a más de 400 demandantes en Nueva York, la mayoría de las quejas de sus clientes están relacionadas con problemas estomacales. Sin embargo, King también representa a personas que, después de tomar el medicamento, han experimentado coágulos sanguíneos, pérdida de visión, caída de dientes e incluso parálisis. Estas demandas, que comenzaron en otoño de 2023, han ganado cada vez más tracción, y los testimonios de pacientes afectados siguen acumulándose.
Entre los casos que destacan está el de Cecily King, de 43 años y residente de Kentucky, quien comenzó a tomar agonistas de GLP-1, como Ozempic, en septiembre de 2021. Con el tiempo, desarrolló gastroparesia, una condición en la que el estómago pierde movilidad, lo que le generó vómitos intensos, diarrea, dolor abdominal y otras complicaciones que la llevaron a urgencias en repetidas ocasiones. La situación ha impactado de forma duradera su salud gastrointestinal, y los síntomas persisten hasta hoy.
Los agonistas de GLP-1, que imitan una hormona para regular la sensación de saciedad y el movimiento de los alimentos en el tracto digestivo, fueron originalmente desarrollados como tratamiento para la diabetes. Sin embargo, los médicos comenzaron a recetarlos también para la pérdida de peso, ya que los pacientes experimentaban una significativa reducción de peso. Una encuesta realizada en mayo de 2024 reveló que uno de cada ocho adultos en Estados Unidos consume actualmente estos medicamentos, lo que podría representar a cerca de 30 millones de personas. Para Cecily King, el medicamento resultó en daños que no anticipaba, dejándola con un impacto permanente en su calidad de vida.
Los problemas vasculares también han sido reportados
Roderick Shirley, un hombre de 83 años de Florida, comenzó a experimentar dolor en el pecho tras un año de usar Ozempic, y los médicos le encontraron un coágulo de sangre potencialmente mortal que se había desplazado hacia los pulmones. Shirley necesitó cirugía de emergencia y enfrentó tres paros cardíacos durante la operación, además de una larga hospitalización. En su demanda, Shirley alega que su vida cambió drásticamente debido al medicamento, y su caso es uno de los muchos en los que se acusa a Ozempic de causar complicaciones vasculares severas.
Un estudio del Hospital Central del Distrito Shenzen Longhua, en China, ha encontrado un vínculo entre estos medicamentos GLP y los coágulos de sangre, aunque la evidencia sigue siendo limitada. Otros estudios, por el contrario, indican que el medicamento podría reducir la formación de coágulos y mejorar la salud cardiovascular. Frente a la creciente presión legal, Novo Nordisk ha negado contundentemente las acusaciones.
En una declaración al medio DailyMail, un portavoz de la empresa aseguró que las etiquetas del producto incluyen advertencias sobre efectos secundarios gastrointestinales y que el medicamento es seguro y eficaz cuando se usa según las instrucciones y bajo la supervisión de un profesional de salud autorizado. Sin embargo, los demandantes, como Jacqueline Barber, no buscan retirar Ozempic del mercado, sino aumentar la conciencia pública sobre los riesgos que algunos pacientes enfrentan. “Solo quiero que la gente tenga la información que yo no tuve”, expresó Barber, enfatizando que la educación y una advertencia adecuada podrían ayudar a otros a tomar decisiones informadas sobre su salud.