Un empresario acusado de embolsarse millones de dólares provenientes de contratos estatales de Venezuela se reunió clandestinamente con agencias policiales estadounidenses para darles información sobre el gobierno de Nicolás Maduro antes de ser procesado en 2019 bajo cargos de lavado de dinero, según documentos pertinentes a otro caso judicial relacionado contra un profesor de la Universidad de Miami caído en desgracia.

El profesor estadounidense Bruce Bagley, quien antes de ser arrestado en 2019 era un experto en el tema de la delincuencia organizada en Latinoamérica, será sentenciado la semana entrante en un tribunal de Manhattan, con base en acusaciones de lavado de dinero a raíz de pagos por casi 3 millones de dólares que recibió del empresario, Alex Saab.

En su pedido de clemencia, el abogado de Bagley argumentó que a su cliente se le dijo que el dinero, la mayor parte del cual fue depositado en la cuenta bancaria de un intermediario no identificado, era para ocultar pagos a abogados en Estados Unidos que acompañaron a Saab a reuniones en las que presuntamente Saab dio información sobre el gobierno venezolano a funcionarios policiales.

El abogado Peter Quijano escribió en un memorándum de 27 páginas fuertemente censurado y presentado el miércoles que “no ha sido refutado” que Saab y el intermediario crearon “este método de transferencia de fondos a fin de ocultarle al gobierno de Venezuela los pagos de Saab a abogados en Estados Unidos”.

Después de que The Associated Press informara sobre las reuniones, el memorando fue retirado del sumario público por instrucciones del juez Jed Rakoff y luego incluido nuevamente, pero le fueron tachados los detalles de la reunión de Saab con funcionarios estadounidenses.

Saab, un ciudadano colombiano, fue extraditado el mes pasado a Estados Unidos desde Cabo Verde, tras una dilatada batalla legal que mantiene tensas las relaciones entre Washington y Caracas

Estados Unidos ha descrito a Saab como el principal conducto para actos de corrupción en Venezuela, alguien que lucró enormemente con contratos oficiales para importar alimentos, mientras gran parte de la población venezolana pasaba hambre. El gobierno de Maduro lo considera un diplomático venezolano que fue “secuestrado” durante una misión humanitaria que tenía un carácter más urgente debido a las sanciones estadounidenses.

No se sabe exactamente qué se discutió en esas reuniones, que hasta ahora no habían sido divulgadas, ni si Saab ofreció información sólida o si simplemente usó la oportunidad para averiguar sobre las investigaciones que las autoridades estadounidenses han abierto en su contra.

David Rivkin, uno de los abogados de Saab, señaló que era “totalmente falsa” la aseveración de que su cliente hubiera cooperado alguna vez con las autoridades estadounidense. Afirmó que Saab jamás se reunió con Bagley ni colaboró con él en ninguna calidad.

“En todo momento, Alex Saab ha sido un ciudadano leal a Venezuela y ha efectuado todas sus actividades con el pleno conocimiento y aval del gobierno de Venezuela”, agregó.