Barcos de guerra de la Marina de Rusia, incluidos una fragata y un submarino de propulsión nuclear, llegaron el miércoles al puerto de la capital de Cuba luego de realizar maniobras de práctica en el océano Atlántico que fueron monitoreadas por Estados Unidos.

Los dos primeros buques, un petrolero y un remolcador, atravesaron lentamente la boca de la bahía de La Habana a primera hora de la mañana bajo un aguacero, según pudo confirmar The Associated Press. Las embarcaciones navegaban acompañadas por guías, pequeños botes que dirigían su avance por el estrecho canal de entrada.

Poco después los siguió una fragata que fue saludada por 21 salvas de cañón disparadas por sus colegas militares cubanos desde la fortaleza militar de La Cabaña. La embarcación pintada de gris ingresó a la rada local con marineros vestidos de gala y adornada con las banderas de Rusia y Cuba. Finalmente se produjo el ingreso del submarino.

El paso por Cuba de una flota compuesta por la fragata Gorshkov, el submarino nuclear Kazan y dos naves de apoyo —el petrolero Pashin y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker— había sido confirmado por la Cancillería cubana la semana pasada en un comunicado, que indicó que el atraque se produciría entre el 12 y el 17 de junio.