Los bomberos contuvieron el miércoles el avance del mayor incendio forestal activo en Estados Unidos luego de que los vientos aminoraron durante la jornada, mientras que el presidente Joe Biden aprobó una declaración de desastre que liberará más recursos financieros a las zonas remotas del norte de Nuevo México que han sido devastadas por el fuego.

La representante federal Teresa Leger Fernandez anunció la declaración presidencial de desastre durante una sesión informativa nocturna del Servicio Forestal sobre las acciones para contener el incendio, el cual se ha extendido por 647 kilómetros cuadrados (250 millas cuadradas) de bosque alpino y praderas en el extremo sur de las Montañas Rocosas.

“Nos ayudará a la reconstrucción y nos ayudará con los gastos y penurias que la gente enfrenta en este momento”, dijo la legisladora. “Nos alegra que se haya decidido con rapidez”.

Los jefes de bomberos dijeron que están aprovechando un momento de clima relativamente tranquilo y fresco para impedir que el incendio se acerque a la pequeña ciudad de Las Vegas y otros poblados de Nuevo México. Aviones y helicópteros arrojaron de forma estratégica gran cantidad de retardante contra el fuego, y las cuadrillas en tierra despejaban madera y maleza para evitar el avance de las llamas en frentes cruciales del incendio.

Desde hace días, bulldozers han abierto cortafuegos en las afueras de Las Vegas, de unos 13.000 habitantes, mientras las cuadrillas efectúan quemas para eliminar vegetación en esas partes. Las aeronaves lanzaron más retardante del fuego para que sea una segunda línea de defensa a lo largo de una cordillera al oeste de la ciudad en preparación para los intensos vientos previstos para el fin de semana.

La policía exhortó a los habitantes a tener cuidado y no propagar desinformación. El jefe de la policía de Las Vegas, Antonio Salazar, dijo que sus agentes efectuarán patrullajes antirrobo en las zonas evacuadas y contribuirán a mantener el orden en un Walmart local debido a las filas de gente que compran suministros.

El incendio sólo ha sido contenido en 20% de su perímetro. En una zona, las llamas estaban el miércoles a 1,6 kilómetros (una milla) de distancia de Las Vegas, pero la verdadera preocupación eran las ráfagas de viento de 96 kilómetros por hora (60 millas por hora) o más que se prevé afectarán la zona el fin de semana.

Los incendios se han convertido en un peligro todo el año en el oeste de Estados Unidos afectado por la sequía, donde se desplazan más rápido y arden a mayor temperatura que nunca debido al cambio climático, dicen científicos y expertos en incendios. Funcionarios también señalaron que zonas boscosas con exceso de flora y donde se ha acumulado vegetación pueden empeorar las condiciones para los incendios.

A nivel nacional, el Centro Nacional de Interagencias contra Incendios informó el miércoles que una docena de grandes incendios no contenidos han destruido 1.129 kilómetros cuadrados (436 millas cuadradas) en cinco estados, incluido Nuevo México. Más de 2.500 bomberos para bosques y personal de apoyo están asignados a los incendios en todo el país.