El presidente Joe Biden tendrá un diálogo telefónico con el líder chino Xi Jinping este viernes, en medio de las tensiones entre Estados Unidos y China por el conflicto Rusia-Ucrania.

La relación entre ambos países se encuentra en un momento difícil, debido principalmente a la postura ambivalente que el régimen de Jinping ha tomado sobre la invasión de Rusia a Ucrania y la presión de la Administración Biden para evitar una alineación con el régimen de Vladimir Putin.

“Esto es parte de nuestros esfuerzo para mantener las líneas de comunicación entre los Estados Unidos y la República Popular China”, dijo la portavoz Jen Psaki sobre la reunión entre Biden y Jinping. “Ambos líderes discutirán la competencia de ambos países en la guerra de Rusia contra Ucrania, además de otros asuntos”.

Este diálogo entre ambos líderes ocurre luego de la reunión de siete horas en Roma que tuvo el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, con el director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del país asiático, Yang Jiechi.

“Fue una sesión intensa que refleja la gravedad del momento“, reconoció una alta funcionaria de la Administración Biden en llamada con periodistas el maert.

Aunque la portavoz Psaki no establece los asuntos concretos que el presidente Biden abordará con China, pero en las últimas dos semanas los esfuerzos del Gobierno estadounidense se han enfocado a que Jinping no respalde a Putin económica ni militarmente en sus acciones contra Ucrania.

“Tenemos profundas preocupaciones sobre la alineación de China con Rusia en este momento“, reconoció la alta asesora de Biden esta semana.

Sullivan expresó dichas preocupaciones al representante chino Jiechi, incluyendo las “consecuencias” no especificadas para China en caso de un apoyo a Putin.

“El asesor de Seguridad Nacional fue directo sobre esas preocupaciones y las posibles implicaciones y consecuencias de ciertas acciones”, dijo la funcionaria.

El papel del régimen de Jinping

Cuando se hacía evidente la decisión de Rusia de invadir Ucrania, China descartó condenar dichas acciones ante las Naciones Unidas.

Previa a sus decisiones ante organismos internacionales, Jinping tuvo un encuentro con Putin, en el marco de los Juegos Olímpicos de Invierno, donde se firmaron acuerdos comerciales, pero luego se reveló –según un reporte de The New York Times– que el líder chino habría pedido al ruso posponer la invasión de Ucrania, a fin de permitir el desarrollo de la contienda deportiva.

El 12 de febrero, Rusia envió tropas a Donetsk y Luhansk al reconocer su soberanía de Ucrania, lo que se consideró el primer paso de la invasión.

En una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad se impulsó una resolución para exigir a Putin detener la escalada y mantener el diálogo diplomático con el Gobierno de Volodymyr Zelensky. China se mantenía en ese tenor, pero después del 24 de febrero, cuando Rusia avanzó con sus tropas el régimen de Jinping se hizo a un lado.

En la sesión del 27 de febrero, el Consejo de Seguridad no pudo aprobar la condena de la invasión rusa, debido justamente al veto de Rusia, miembro permanente de ese panel, pero China, India y Emiratos Árabes Unidos se abstuvieron.

Esa resolución impulsadas por EE.UU. enfatizaba la petición a que Rusia retirara toda su milicia del territorio ucraniano, además de revertir su decisión de reconocer la soberanía de Donetsk y Luhansk.

México impulsó la sesión de emergencia de la Asamblea General de la ONU, ocurrida entre el 28 de febrero y el 2 de marzo, que terminó con 141 países rechazando la invasión de Ucrania, 35 abstenciones –incluida la de China– y cinco votos en contra de Rusia, Bielorrusia, Corea del Norte, Eritrea y Siria.