El presidente Joe Biden lo logró. Después de complicadas negociaciones, incluso de enfrentar fuego amigo entre demócratas, firmó la Ley de Empleos e Inversión en Infraestructura de $1.2 billones de dólares.

“Durante demasiado tiempo, hemos hablado de tener la mejor economía del mundo. Hemos hablado de confirmar el liderazgo estadounidense en el mundo con las mejores y más seguras carreteras, ferrocarriles, puertos y aeropuertos”, dijo el mandatario. “Mi mensaje para el pueblo estadounidense es: Estados Unidos se está moviendo nuevamente. Y tu vida va a mejorar”.

La Administración Biden renombró el plan como Acuerdo Bipartidista de Infraestructura (The Bipartisan Infrastructure Deal), para reconocer el esfuerzo de republicanos al apoyar el plan que tendrá inversiones significativas en construcción y creación de empleos, lo cual beneficiará a los latinos en distintos frentes.

“En Washignton, con demasiada frecuencia, el motivo por el cual no logramos que ocurran las cosas es porque insistimos en conseguir todo lo que queremos. Con esta ley, nos centramos en hacer las cosas”, destacó. “Me postulé para la presidencia porque la única forma de hacer avanzar a nuestro país es a través del compromiso y el consenso. Así es como funciona nuestro sistema. Esa es la democracia estadounidense”.

La firma ocurrió en un gran evento que la Casa Blanca tardó más de una semana en organizar, pues el presidente Biden quería asegurarse de integrar a la mayor parte de los actores que apoyaron el proyecto, incluidos representantes estatales y líderes sindicales.

Entre quienes dieron un discurso para celebrar el proyecto bipartidista destactó el senador republicano Rob Portman (Ohio), quien destacó que aunque tenga diferencias con la agenda del presidente Biden, esta ley es un ejemplo de que pueden impulsarse proyectos conjuntos. El senador Portman junto con su colega Bill Cassidy (Louisiana) fueron de los republicanos que negociaron el plan.