El presidente Joe Biden declaró el jueves que ha logrado una “estrategia económica histórica” con los congresistas demócratas sobre su paquete extenso de política nacional, un acuerdo muy reñido pero que se redujo drásticamente, el cual fue anunciado poco antes de que el mandatario partiera a cumbres globales en el extranjero.

Biden hizo sus declaraciones en la Casa Blanca después de ir al Capitolio a defender ante los demócratas de la Cámara de Representantes un paquete presupuestal recortado de 1,75 billones de dólares para programas de servicios sociales y cambio climático que la Casa Blanca cree que puede ser aprobado por un Senado dividido 50-50.

“Yo cambiaré fundamentalmente las vidas de millones de personas para bien”, dijo Biden en la Casa Blanca. “Hagamos que se logre”.

Junto con un proyecto bipartidista de cerca de un billón de dólares para infraestructura, el cual se dirige a una votación definitiva que podría incluso realizarse el jueves, Biden se atribuyó un logro nacional inspirado en los de Franklin Roosevelt y Lyndon Johnson.

“Necesito sus votos”, dijo Biden a los legisladores, de acuerdo con una persona al tanto de las negociaciones que pidió el anonimato para poder informar al respecto.

El mandatario quiere anunciar al menos el marco de un acuerdo antes de partir a cumbres globales esta semana. Pero el paquete fue modificado y ya no cuenta con algunas de las prioridades principales de los demócratas una vez que las ambiciones del presidente abrieron paso a la realidad política de un Congreso dividido por escaso margen.

Una licencia familiar paga y los esfuerzos por una disminución en los precios del medicamento por prescripción médica han desaparecido por completo del paquete, algo que ha indignado a algunos legisladores y a cabilderos.

Permanecen aún las propuestas, una lista larga de otras prioridades: Preescolar gratuito para todos los menores, programas ampliados de atención de la salud —incluyendo el lanzamiento de una prestación nueva de 35.000 millones de dólares para audífonos para personas con Medicare— y 555.000 millones de dólares para enfrentar el cambio climático.

También incluye una extensión por un año a una desgravación por cuidado infantil que fue implementado durante el rescate por la pandemia de COVID-19, subsidios nuevos por cuidado infantil y 100.000 millones de dólares para reforzar el sistema de procesos de inmigración y funciones fronterizas.

Con el apoyo de un paquete reducido aún en discusión, Biden dijo al tiempo que abandonaba el Capitolio: “Pienso que nos va a ir bien”.

Después de meses de negociaciones, la propuesta es considerada por la Casa Blanca como la inversión más grande en la historia en materia de cambio climático y la mejora más grande al sistema de atención médica del país en más de una década.

La propuesta de Biden se pagaría imponiendo un impuesto adicional de 5% sobre ingresos superiores a 10 millones de dólares anuales y estableciendo un nuevo impuesto mínimo corporativo de 15%, manteniendo sus planes de no crear nuevos impuestos para quienes perciben menos de 400.000 dólares anuales, de acuerdo con los funcionarios.

La propuesta de impuesto a los multimillonarios buscaba ganar el voto de otra demócrata díscola, la senadora Kyrsten Sinema de Arizona, pero el senador Joe Manchin de Virginia Occidental dijo que era un ataque injusto a los ricos.

“La gente en la estratosfera, en lugar de tratar de sancionar, deberíamos estar complacidos de que este país sea capaz de producir semejante riqueza”, dijo Manchin a la prensa.