Más de 150 milones de brasileños están llamados hoy domingo a las urnas para elegir quién será su presidente durante los próximos cuatro años: el conservador Jair Bolsonaro o el socialista Lula da Silva. Una decisión, no obstante, que en esta ocasión irá más allá de la agenda política.
Según los últimos datos divulgados esta semana por el Instituto Ipec y el Grupo Globo, Lula, con un 50 % de la intención de voto, aventaja en siete puntos a Bolsonaro, que cuenta con un 43 %, unas cifras que se han mantenido relativamente estables en las últimas semanas y que, teniendo en cuenta el margen de error, podrían resultar en una larga noche de escrutinio el 30 de octubre.
Se trata de un panorama, por lo tanto, incierto; pero también inesperado.